Por Guillermo Draper
Siguiendo una recomendación de la Conferencia Episcopal Uruguaya (CEU), el presidente de la Asociación Uruguaya de Educación Católica, Marcelo Fontona, expresó que los colegios católicos no deben contratar docentes y funcionarios homosexuales, ya que sería difícil “armonizar sus opciones personales” con las de la institución, agregando además que “no es lo que los padres buscan”. Según reza un texto elaborado por la CEU, “Criterios orientadores para la pastoral educativa en Uruguay”, nacido a partir de la certeza de que muchos centros de enseñanza se denominan “católicos”, sin llevarlo a cabo en su funcionamiento, la institución religiosa exige “identidad, adhesión, pertenencia, y, sobre todo, comunión”. El documento agrega que “ser católico se expresa en el proyecto educativo, en la comunidad educativa”, y “en el perfil de los educadores con que se forma el cuerpo docente”, y sugiere a los centros educativos diseñar “criterios para la selección del personal”. A este respecto, Fontona señaló que “a una persona que ha hecho una opción distinta de lo que es el pensamiento de la Iglesia, hay que mostrarle que no es conveniente que trabaje en la institución”.
Búsqueda, 03/09/2009- Fragmento tomado de www.vozyvos.org.uy