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Los no vistos ni escuchados de la educación


Los datos del Censo 2011 y del Anuario Estadístico de Educación 2012 del Ministerio de Educación al ser comparados dejan varias preguntas abiertas en cuanto al acceso a la educación de niños, niñas y adolescentes discapacitados. En algunos departamentos, donde el Censo del año 2011 detectó a varios niños y adolescentes con discapacidad visual o auditiva, el Anuario revela que no tiene ningún matriculado en la educación.

Por Matías Rótulo Publicado en Voces el 12/12/13

La discapacidad no se resume a una jornada maratónica y televisada donde donar dinero parece obligatorio para no quedar al margen de lo ético. Para muchos uruguayos, tener algún tipo de discapacidad implica –además de sufrir serias dificultades de acceso a trabajos de calidad, de movilidad en espacios públicos y discriminación directa-, la no posibilidad de educarse.  Los discapacitados, en particular los no videntes y los no oyentes, no son aquellos que carecen de la posibilidad de ver y escuchar, sino que son aquellos que generalmente no son vistos ni escuchados por el resto de la sociedad. El analfabetismo en el caso de las personas con discapacidades auditivas es muy alta y también es alta la cantidad de personas sordas que al ser consultadas sobre sus trabajos afirman que les es muy difícil conseguirlo. En un informe de La Diaria del 27 de agosto de 2012 se denunciaba por parte de María Tamborindeguy, Ximena Romero, dos mujeres con discapacidad auditiva que “´Conseguir trabajo es otra realidad muy difícil. Los sordos necesitamos trabajar pero en la mayoría de los lugares no nos aceptan´, comentó Tamborindeguy, quien mandó su currículum a 25 empresas y la única vez que la llamaron cancelaron la entrevista al enterarse de que es hipoacústica”. La problemática se arrastra desde la niñez, ante la dificultad de acceder a educación pública especializada o a costear los gastos en las instituciones privadas.


Reclamos
El 3 de diciembre se celebró el Día Internacional de los derechos de las Personas con Discapacidad. En un marco de festejos y reclamos se realizó una marcha por el centro de Montevideo. La accesibilidad, la atención en salud y la educación fueron algunos de los reclamos de aquella jornada donde se intentó concientizar a la población toda sobre os derechos de los discapacitados. Paralelamente, el mensaje de las Naciones Unidas fue por el mismo camino de reclamo: “la discapacidad se ha mantenido en gran medida invisible en la agenda principal de desarrollo y en sus procesos”. La invisibilidad referida por la ONU tiene que ver a los pocos espacios que tiene el tema de la discapacidad en los medios de comunicación. Los estudios realizados por la Agencia Voz y Vos desde el año 2007 revelan que la discapacidad y la niñez es uno de los temas menos mencionados en la prensa escrita, por lo menos hasta 2011.
Si bien Uruguay suscribe a acuerdo y convenciones internacionales y la propia Ley de Educación 18.438 mandatan al Estado a garantizar el acceso sin discriminación a toda la población, el reclamo de las personas con discapacidad deja entrever un incumplimiento. De acuerdo a los datos obtenidos a partir del Censo 2011, una cuarta parte de los niños, niñas y adolescentes que presentan una discapacidad severa, nunca recibieron educación formal.

Educación
El Anuario Estadístico de Educación del año 2012 dado a conocer hace pocos días arrojó que los niños matriculados en educación especial representan el 3,6 % de la matrícula total del nivel primario (10.504 niños: 49,1 % en Montevideo y 65,8 % en el sector público) y que 3.594 niños van a la educación privada. En este mismo documento se analiza que “la educación especial se desarrolla mayoritariamente en establecimientos creados para tal fin y en grupos especiales en establecimientos comunes, atendiendo a la especificidad de la discapacidad de cada niño y a la pertinencia pedagógica de su no integración en grupos comunes. Los niños con discapacidades que no suponen un impedimento o complejidad especial se encuentran indiferenciadamente integrados con los niños que no tienen discapacidades”. Existen experiencias integradas de educación común y educación especial, tal es el caso del Instituto Alfredo Vázquez Acevedo (IAVA) donde las clases se dan con intérpretes para las personas sordas. Voces intentó acceder a información relativa a esta experiencia pero sin éxito de respuesta.
En un estudio presentado en octubre de este año por Cainfo y Fuap denominado Discapacidad y Educación inclusiva en Uruguay se revela que la no asistencia de niños con discapacidad es un 2% más que la de niños sin discapacidad.
A su vez, según el Censo 2011, en nuestro país hay en total 790.000 personas de cero a catorce años de edad que tienen alguna discapacidad. Dentro de este rango de edad, el Censo mostró que hay 3.948 personas con alguna dificultad auditiva y de ese total 975 manifestaron tener mucha dificultad para escuchar y 415 se declararon sordos. 
En la educación primaria, a pesar del número de personas con discapacidad auditiva repartidas en todo el país, hay tan solo cuatro centros públicos especializados en brindar educación a niños y niñas (uno en Montevideo, Maldonado, Rivera y Salto). Los departamentos que disponen de un centro público de educación especial son aquellos que cuentan, según el Anuario Estadístico con la mayor cantidad de alumnos matriculados. A pesar de haber 3.948 niños de cero a catorce años con algún tipo de discapacidad auditiva, en la educación pública hay matriculados tan sólo 285 personas en todo el país.
En Flores y Rocha no hay ningún estudiante con discapacidad auditiva matriculado. Sin embargo, en Rocha, de acuerdo al Censo 2011 se detectaron 123 niños de cero a catorce años con algún tipo de discapacidad auditiva mientras que en Flores se contabilizaron 143 personas de la misma edad con la misma discapacidad.
Teniendo en cuenta el total de la población de cero a cien años, hay 93.000 con alguna dificultad auditiva, 22.000 con mucha dificultad, y poco más de 3.100 dijeron no poder escuchar. A medida que aumenta la edad, es mayor la cantidad de personas sordas en el país. Según estimaciones del año 2008, del total de sordos unos 30.000 son analfabetos.
Por otro lado, hay 250.000 personas con alguna dificultad para ver, 50.000 tienen mucha dificultad, y 4.200 no ven. En este caso también se registra una contradicción entre la cantidad de personas con discapacidad visual en el territorio y las matrículas en los centros educativos.

Lo difícil que es llegar
Con 517.000 (16%) de discapacitados (según el Censo 2011), la mayoría de los servicios que brindan educación son privados, lo que genera un alto costo a las familias, muchas veces inalcanzable.
En un documento emitido por la Inspección de Educación Especial de Primaria este año se expresa que los niños y niñas se deben adaptar al sistema educativo dando por entendido que el sistema no se adapta a las necesidades específicas.
Según información obtenida desde la ANEP, la mayoría de los niños y niñas con discapacidad están escolarizados pero concurren a la educación común. En el caso de los centros especializados el 65% de los docentes están formados especialmente para atender la discapacidad. Las instituciones sociales realizan una labor que facilita el acceso a la educación lo que se suma a programas específicos impulsados por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) que junto a Asse y las intendendencias realizan acciones conjuntas en la Unidad de Sordos. El testimonio de Stella Machado en el video emitido el pasado 3 de diciembre por el Mides así lo destaca. De la misma forma, el video anuncia que en nueve centros en todo el país se viene trabajando para brindar apoyo a las personas con discapacidad auditiva y se reconoce el trabajo del centro Tiburcio Cachón para no videntes. María José Bagnato, directora del Programa Nacional de Discapacidad del Mides explicó a Voces que “hoy –por ayer-, se está evaluando la Unidad de Sordos, proyecto tomado de un modelo francés”.






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