Tengo miedo de morirme en el momento exacto en el cual ya nadie me pueda llorar. Dicen en Uruguay, que hay una milésima de segundo entre el aliento tibio de la boca de una mujer y la desesperación de un hombre con ganas de besarla. Que en esa milésima de segundo, el hombre expulsa de su corazón la cantidad de sangre suficiente como para hace girar una turbina que le de electricidad a una bombita de luz de 75w. Tengo miedo que un día mis estudiantes me digan que ya no les sirvo para nada, que sin mi, pueden aprenderlo todo. Me enloquece el pensar en la posibilidad de que se termine esta milésima de segundo en la cual pienso en los miedos que me provocan las cosas, sólo para no recordar que ahora mismo tu aliento viaja de tu boca a mi boca, que mi boca le transmite a mi pecho una sensación de euforia, una epifanía, un despilfarro de sangre que se hace fiesta entre glóbulo y glóbulo hasta desesperarse en las venas. Tengo miedo de morirme ahora y no saber qué es besa
Un sitio de Matías Rótulo