Por Matías Rótulo y Martina Brandt (Publicado el 22 de abril de 2012 en el diario La República)
Un chofer profesional denuncia haber sido discriminado y no darle una oportunidad para adelgazar tras ganar un concurso en la Intendencia de Montevideo.
Pretendía ingresar a la comuna como chofer pero fue rechazado por tener un sobrepeso de 42 kilos. Ya adelgazó 17 kilos y pidió tiempo para llegar al peso solicitado. A pesar del rechazo, la Intendencia le otorgó la renovación de la libreta profesional.
José Fernández se presentó a un llamado abierto para trabajar en la Intendencia de Montevideo a fines del año pasado. Tras rendir las pruebas correspondientes, al llegar a la etapa de los exámenes médicos, el chofer profesional de una empresa de ómnibus de la capital, se encontró con el rechazo a su solicitud para el ingreso como chofer de la IM. El médico le explicó que no podía ser aceptado porque su obesidad lo ponía en una situación de riesgo al frente de un volante. Sin embargo, el viernes previo a semana de turismo, la misma Intendencia le otorgó la renovación de la libreta profesional para conducir un ómnibus de pasajeros en la ciudad.
Un aspirante a chofer en la Intendencia de Montevideo (IM) fue rechazado para cumplir tareas de chofer en la comuna tras haber quedado calificado en las pruebas teóricas y prácticas. El motivo fue su obesidad que según los médicos lo hacían estar en situación de riesgo. El chofer solicitó tiempo para adelgazar pero le fue denegado. Sin embargo, hace una semana la IM le renovó la libreta para conducir profesional que lo habilita a manejar ómnibus en la ciudad.
José Fernández obtuvo un total de 69 puntos de un mínimo de 55 en la prueba práctica que realizó el lunes 26 de diciembre de 2011. Allí, Fernández cumplió con los requerimientos mínimos de conocimientos de conducción establecidos en el concurso abierto realizado por la IM que solicitaba choferes con experiencia y libreta profesional.
“En las pruebas me fue bien, estaba habilitado para ingresar a trabajar” explicó Fernández, un chofer profesional que se ha desempeñado como conductor en una empresa privada de transporte capitalino de pasajeros desde hace 12 años. Según explicó Fernández “cuando fui al Departamento Médico de la IM a recibir la autorización correspondiente, me dijeron que tengo un sobrepeso de 45 kilos”.
De hecho, Fernández explicó que “logré bajar 17 kilos, y sólo pedía tiempo para que en el momento del ingreso, que no iba a ser inmediatamente, me dejaran bajar lo que me solicitaban”. De El tiempo solicitado por Fernández fue de tres meses.
Al chofer le dieron aviso el 8 de marzo de este año. LA REPÚBLICA intentó dialogar con el jefe del Departamento Médico de la IM previo a semana de Turismo pero si bien se recibió el mensaje por parte de un funcionario, nunca fueron devueltas las tres llamadas realizadas.
Gabriela Ordóñez de la división de personal de la IM explicó que “se hace un llamado con ciertas bases y no se establece que uno de los requisitos es tener buenas condiciones de salud”. Explicó que no conocía el caso en particular y que eso dependía del departamento médico. Agregó que se le da un plazo de dos meses pero “depende de la decisión de los médicos”. Fernández replicó que “a mí no me dieron ese plazo”.
“Quiero solamente una oportunidad para adelgazar” explicó Fernández que recordó que ese fue el procedimiento que le hicieron seguir a su hermano para el ingreso a la Intendencia. Sostiene que “hay funcionarios que sé que estaban en las condiciones establecidas pero después engordaron y siguen trabajando, es decir, no se hacen los controles de seguimiento” explicó Fernández.
Aseguró que “al momento de entrar a trabajar yo ya voy a estar el peso indicado” y si no “bueno ellos tendrán la razón”. Según Fernández “no me dieron esa chance aunque la solicité”. El chofer, preocupado por su situación de salud se prometió a sí mismo cuidarse y hacer un tratamiento “para seguir adelgazando, porque además lo hago por mí mismo” expresó.
“No quiero llegar a tener que encadenarme en la puerta de la Intendencia” explicó. Fernández hizo referencia a otros casos donde las personas tuvieron que apelar a esta medida para que fueran aceptadas como funcionarios municipales.
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Matías Rótulo.