¿Qué evaluamos los profesores de literatura cuando estamos en una mesa de examen? Por Matías Rótulo A un estudiante de repostería se le enseña a hacer el merengue batiendo los huevos de dos formas: a mano y con batidora. El profesor evalúa cómo queda la mezcla, la textura y el sabor. El estudiante se va contento de la clase, y llama a su madre para contarle del exitoso y dulce preparado. En la otra clase, el profesor le enseña a hacer la mezcla para una torta. En el horno, la torta no sube y le queda dura. El profesor penaliza al estudiante con una calificación insuficiente. En la clase siguiente, el profesor les enseña a sus estudiantes cómo cortar frutas para realizar distintos preparados dulces. La evaluación es que deben lograr cortes ideales de acuerdo al postre. Pero el estudiante encuentra otro fracaso. Así van pasando las clases, y salvo algún magro éxito remoto, el estudiante se ve condenado a rendir un examen final por no aprobar el año lectivo. El
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