Estamos en vivo desde la casa de un hombre que quedó paralizado, sí, escuchó bien, pa-ra-li-za-do frente a su televisor, viendo la crónica de este periodista sobre su parálisis. Una crónica falsa, o no tan falsa sobre las crónicas policiales Por Matías Rótulo Estamos en vivo desde la casa de un hombre que quedó paralizado, sí, escuchó bien, pa-ra-li-za-do frente a su televisor, viendo la crónica de este periodista sobre su parálisis. ¿Qué le pasó? Se aburrió, estuvo tanto tiempo sentado que se le paspó la espalda por tenerla apoyada en el respaldo de su asiento. Además, tal como se puede apreciar gracias a las imágenes de nuestro camarógrafo, se meo, se cagó y para peor, no se informó de nada. En España duran cuarenta minutos, en Argentina los hay de una hora u hora y media, en Alemania media hora, acá duran dos horas cuatro veces por día. Son nuestros informativos de televisión, y también son nuestra gran pasión. Algunos funcionan como las oficinas públicas que describía Mar
Un sitio de Matías Rótulo