ESA CAJA BOBA QUE NOS TRATA COMO IDIOTAS
POR MATÍAS RÓTULO (EN VOCES 484)
Durante mucho tiempo, los canales privados sacaban de su grilla a los programas “religiosos” o de servicios de citas por chat para no hacerse responsables del contenido o eventuales irregularidades. Ambos tipos de programas gozaban y gozan de cierta d
James Randi, un mago escapista estadounidense luchó media vida contra los falsos profetas. Él denunció las estructuras comerciales de “iglesias” que plantean el “show” de la experiencia, el espectáculo de las manifestaciones públicas del Diablo en el cuerpo de los creyentes. Randi demostró más de una estafa. Recomiendo ver el documental sobre su vida en Netflix. Más allá de la estafa económica, Randi peleó contra aquellos que se manifestaban como capaces de curar enfermedades en nombre de Dios, o de quienes justifican ciertos hechos humanos por motivos sobre naturales.
En el “show” religioso de Canal 10 (será contratado pero Saeta es el responsable por permitir su emisión a cambio de billetes), se dan diez ejemplos de cómo el Diablo se manifiesta gracias a la maldad de otras personas. Un video con música impactante y tenebrosa, y un relato de ultratumba recrea situaciones de violencia y dolor mostrando evidencias desde la más oscura de las justificaciones: generando miedo en el otro, un miedo únicamente superable gracias a Universal.
Una de las formas del Diablo es en las enfermedades contraídas, algo que es peligroso si a alguien se le ocurre ir a la sede central de la Iglesia Universal y no a un médico. En el documental sobre Randi se muestra como un “profeta” le dice a un enfermo de cáncer cómo se puede curar solamente con la palabra del señor y aportando algún dinero a la causa. ¿Les resulta conocido?
De última, el edificio de 18 de Julio parece más hospital que cualquier hospital. Lo otro es que las adicciones también tienen su consecuencia en el dedo invisible del Diablo. Pero lo que más me preocupa es cómo se justifica uno de nuestro mayores problemas sociales en Uruguay: la violencia doméstica. Afirmar que por “el trabajo de alguien”, por “envidia” o porque el Diablo entra en el cuerpo de una persona es posible que se concreten hechos de violencia doméstica, es intentar darle una justificación irracional a algo que de hecho es irracional desde el punto de vista de la convivencia.
Ese video lo vi el día después del asesinato de una mujer víctima de violencia doméstica. Pensé en qué sucedería si las víctimas buscaran una justificación a la violencia doméstica que sufren a partir de lo que ven en el programa de la Iglesia Universal. ¿Cuántos casos de violencia doméstica no son denunciados por hombres y mujeres que asisten a dicha Iglesia, esperando que un pastor con acento portugués los salve? ¿Cuántas víctimas de violencia doméstica vieron como yo, que en realidad el victimario o la victimaria ejerce violencia motivado por una fuerza del mal y externa? ¿Cuántos victimarios justifican su violencia por la presencia del Diablo?
Canal 10 censura, recorta y destruye “Intrusos.” El programa no merece ni ser transimitido, pero si es transmitido no merece ser descuartizado. La televisora tiene la precaución de silenciar las “malas palabras”: culo, puto, tetas, puta, trolas, cagar, son para Canal 10 motivo de censura. Es lógico, pueden ser sancionados con dinero. Por otro lado, permiten la justificación de la violencia doméstica como la antes dicha. La emisión de programas de instituciones religiosas que inclusive a lo largo de estos años Canal 10 ha cuestionado, ocupan cinco o seis horas del día y seguramente le da muchos réditos economímicos a la empresa televisiva. Pero debería primar la conciencia social. Los canales privados hacen uso del espacio que el Estado y sus gobiernos -por costumbre, obsequio u obsecuencia- les otorgó, y se olvidan del servicio público que prestan.
uda social y alguno terminó con la duda judicial concretada en delito (me refiero a “Telechat”). Ahora, Canal 10 publica en la grilla de su página web al programa de la Iglesia Universal. Lo que Canal 10 no se ha fijado es que en ese programa se justifica la violencia doméstica, lo que hace cómplice a la empresa de los De Feo en dicho disparate.
POR MATÍAS RÓTULO (EN VOCES 484)
Durante mucho tiempo, los canales privados sacaban de su grilla a los programas “religiosos” o de servicios de citas por chat para no hacerse responsables del contenido o eventuales irregularidades. Ambos tipos de programas gozaban y gozan de cierta d
James Randi, un mago escapista estadounidense luchó media vida contra los falsos profetas. Él denunció las estructuras comerciales de “iglesias” que plantean el “show” de la experiencia, el espectáculo de las manifestaciones públicas del Diablo en el cuerpo de los creyentes. Randi demostró más de una estafa. Recomiendo ver el documental sobre su vida en Netflix. Más allá de la estafa económica, Randi peleó contra aquellos que se manifestaban como capaces de curar enfermedades en nombre de Dios, o de quienes justifican ciertos hechos humanos por motivos sobre naturales.
En el “show” religioso de Canal 10 (será contratado pero Saeta es el responsable por permitir su emisión a cambio de billetes), se dan diez ejemplos de cómo el Diablo se manifiesta gracias a la maldad de otras personas. Un video con música impactante y tenebrosa, y un relato de ultratumba recrea situaciones de violencia y dolor mostrando evidencias desde la más oscura de las justificaciones: generando miedo en el otro, un miedo únicamente superable gracias a Universal.
Una de las formas del Diablo es en las enfermedades contraídas, algo que es peligroso si a alguien se le ocurre ir a la sede central de la Iglesia Universal y no a un médico. En el documental sobre Randi se muestra como un “profeta” le dice a un enfermo de cáncer cómo se puede curar solamente con la palabra del señor y aportando algún dinero a la causa. ¿Les resulta conocido?
De última, el edificio de 18 de Julio parece más hospital que cualquier hospital. Lo otro es que las adicciones también tienen su consecuencia en el dedo invisible del Diablo. Pero lo que más me preocupa es cómo se justifica uno de nuestro mayores problemas sociales en Uruguay: la violencia doméstica. Afirmar que por “el trabajo de alguien”, por “envidia” o porque el Diablo entra en el cuerpo de una persona es posible que se concreten hechos de violencia doméstica, es intentar darle una justificación irracional a algo que de hecho es irracional desde el punto de vista de la convivencia.
Ese video lo vi el día después del asesinato de una mujer víctima de violencia doméstica. Pensé en qué sucedería si las víctimas buscaran una justificación a la violencia doméstica que sufren a partir de lo que ven en el programa de la Iglesia Universal. ¿Cuántos casos de violencia doméstica no son denunciados por hombres y mujeres que asisten a dicha Iglesia, esperando que un pastor con acento portugués los salve? ¿Cuántas víctimas de violencia doméstica vieron como yo, que en realidad el victimario o la victimaria ejerce violencia motivado por una fuerza del mal y externa? ¿Cuántos victimarios justifican su violencia por la presencia del Diablo?
Canal 10 censura, recorta y destruye “Intrusos.” El programa no merece ni ser transimitido, pero si es transmitido no merece ser descuartizado. La televisora tiene la precaución de silenciar las “malas palabras”: culo, puto, tetas, puta, trolas, cagar, son para Canal 10 motivo de censura. Es lógico, pueden ser sancionados con dinero. Por otro lado, permiten la justificación de la violencia doméstica como la antes dicha. La emisión de programas de instituciones religiosas que inclusive a lo largo de estos años Canal 10 ha cuestionado, ocupan cinco o seis horas del día y seguramente le da muchos réditos economímicos a la empresa televisiva. Pero debería primar la conciencia social. Los canales privados hacen uso del espacio que el Estado y sus gobiernos -por costumbre, obsequio u obsecuencia- les otorgó, y se olvidan del servicio público que prestan.
uda social y alguno terminó con la duda judicial concretada en delito (me refiero a “Telechat”). Ahora, Canal 10 publica en la grilla de su página web al programa de la Iglesia Universal. Lo que Canal 10 no se ha fijado es que en ese programa se justifica la violencia doméstica, lo que hace cómplice a la empresa de los De Feo en dicho disparate.
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Matías Rótulo.