Un artículo de 2017 sobre los movimientos de las radios uruguayas, las noticias que giran alrededor de estas noticias y la concentración de medios de comunicación.
Por Matías Rótulo
Por Matías Rótulo
Los
cambios en la radiofonía uruguaya no afectaron a CX 40 Radio
Fénix. Por suerte, sigue
manteniendo esa estética propia de radio histórica que avisa que
los espacios son contratados, y por lo tanto, la radio no se hace
responsable de los dichos de nadie. Su página informa
que fue actualizada en 2013. En Voces,
somos hinchas de Radio Fénix porque
somos así, contras.
Hay
un grupo de periodistas, -un pequeño puñado de los míos-, que se
agrupan alrededor de noticias sin importancia, pero que las hacen
importantes con artículos en portales web y diarios (como este mismo
artículo). Son aquellos que celebran como focas adiestradas para
aplaudir pescados a Jorge Piñeyrua y amigos. ¿Usted le daría a
“Piñe” un radio para que se la dirija? Yo no lo daría ni un
carrito para la feria, pero el nuevo dueño de Del Sol no lo
dudó. Se ve que hacerse el distraído, el cómico, el no sé nada de
nada y hablo por radio diciéndolo que estoy orgulloso de esto que
soy, da muy buen fruto. Ahora, “Piñe” hombre dirige la nueva Del
Sol, un proyecto que desdobla a Océano FM, es decir que
ahora hay dos radios iguales. ¿Hay público para tanto?
Me
tienen podrido con FM Del Sol, Océano FM, Sarandí y El
Espectador. Estos periodistas obsecuentes de los cuales escribo,
estudiaron cuatro años de comunicación para opinar de cuatro medios
y ningún otro. Son -mis colegas- esa especie de pensadores que
piensan lo que piensa Darwin y lo repiten como si fueran máximas
propias. No escuchan Malos Pensamientos por
grasa, por hacer lo mismo desde 1990, y porque es un programa que
tiende a vincularse con el populacho. Pero también festejan que
Justicia Infinita haga
lo mismo desde hace una década, que proclamen la libertad y los
excesos y la revolución de la política de lo políticamente
incorrecto, desde su postura de padres rockers, mientras comentan
partidos de tenis o hacen observaciones sobre bebidas caras y fiestas
de onda. ¡Pura revolución!
A fin de año, los
justicieros (hay que escribir artículos diciéndoles “los
justicieros” para ser
amigos de ellos) nos
indican el momento justo del comienzo de las vacaciones con su
“bajada”, que hasta marzo no puede remontarse, pero que ellos
violan con todo derecho en el verano, trabajando como nunca y
facturando más que nunca.
Si
Gustaf se va para
allá, si Nacho vuelve de vacaciones, o si
El Espectador perdió
a Daniel Castro, no
importaría tanto de no ser
por estos periodistas que se olvidan de otros movimientos que hay en
la radiofonía uruguaya.
Nadie, (vale reconocer que tampoco nosotros) reflexiona sobre los
espacios radiales captados por dueños de cuestionable procedencia.
Hay extranjeros que tienen radios cuando la ley indica claramente que
no pueden. Hay espacios comprados por religiones de perturbables
antecedentes y sospechas. Algunas radios son empresas que pagan sus
sueldos a duras penas a trabajadores que no tienen la fama ni las
posibilidades del Piñe, Fabregat, Bonino, Joel, Figares, Juanchi,
Diego González, Mariano, Fablet, o Jaime Clara. Pero no se mencionan
estos asuntos, porque no es “diver”, “súper”, “de más”,
o “divino”.
Reducir
la radio en estos personajes y sus programas, sería no
respeto el
esfuerzo que hacen trabajadores y dueños de radios privadas y
públicas (nosotros somos los
dueños de estas últimas)
para emitir contenidos de calidad. Así
como hay contenidos sucios, no
hay que desconocer las propuestas político partidarias, sociales y
religiosas que de manera honesta se sitúan en la periferia del dial,
y que han colaborado a la construcción democrática en los últimos
cien años.
Los programas deportivos abundan, las propuestas musicales, de las
más populares, o llámese de cumbia o tropical son las más
escuchadas. Aire FM, Monte Carlo, o Petinatti, captan buena
parte del público uruguayo pero son ignoradas por los demás medios
al ser parte de la tradición.
Porque los nuevos formatos de radios en señales viejas como Del
Sol, en definitiva ya son parte de una tradición: periodístico
más humorista que hace un personaje se convierte en un éxito. Es la
radio de “me chupa un huevo todo”.
Publicado en Voces, 9 de febrero de 2017
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Matías Rótulo.