Las universidades
públicas y privadas tienen cada vez más egresados y estudiantes matriculados.
Sin embargo, los datos estadísticos siguen mostrando que hay sectores de la
población que deben sortear barreras invisibles para poder alcanzar este nivel
educativo. Quedan por el camino los estudiantes que abandonan el Ciclo
Básico, el Bachillerato y aquellos que
optan por no seguir estudiando y se vuelvan al trabajo. También los
afrodescendientes, discapacitados, y los provenientes de sectores sociales más
pobres.
Por Matías Rótulo (Publicado en Voces el 19/12/13)
No
solamente cuesta caro comprar los libros para estudiar, y por ese lado se
encamina la campaña del Centro de Estudiantes de Derecho tras el sonado caso de
arresto a fotocopiadores de 18 de Julio frente a la Universidad. El gasto de
transporte, residencia, distancia, o el pertenecer a colectivos históricamente
relegados, son algunos de los factores que inci
den para que persista la brecha de acceso a la educación terciaria.
den para que persista la brecha de acceso a la educación terciaria.
El
Censo de estudiantes de la Universidad de la República (Udear) realizado en
2012 y el Anuario Estadístico de Educación del Ministerio de Educación y
Cultura (MEC), ambos publicados este mes, coinciden en que es difícil el acceso
a las universidades para algunos integrantes de ciertos colectivos sociales.
“El Censo de la Udelar muestra que el 54% de los estudiantes de la
Udelar de hoy son la primera generación de su familia que ha ingresado a la
educación terciaria. Esa cifra fría entibia el corazón y redobla las energías:
trabajamos para que el esfuerzo por enseñar y aprender sea fuente fundamental
de progreso social”, finaliza el rector Rodrigo Arocena su presentación escrita
en el informe del Censo estudiantil de la Universidad de la República
correspondiente al año 2012.
El ímpetu de Arocena, cuyas dos gestiones son destacadas por la
expansión de la institución pública al interior del país, se acompaña además
por el aumento de estudiantes no solamente a la Udelar sino a todo el sistema
terciario, pero esto casi no tiene que ver con otra realidad que muestran el
Censo de Estudiantes y el Anuario Estadístico del MEC. Este último considera
que para dar cumplimiento total a las Metas Educativas al año 2021 de la Organización de Estados
Iberoamericanos, Uruguay deberá mejorar los siguientes aspectos: las brechas
relativas y absolutas de acceso a la educación terciaria y universitaria, tanto
para con los afrodescendientes como para con las personas provenientes de los
hogares del primer quintil de ingresos, el porcentaje de escuelas de tiempo
completo y el porcentaje de profesorado de secundaria con formación docente
universitaria.
Las
dificultades
Las
dificultades no son solamente económicas, aunque la Federación de Estudiantes
Universitarios (FEUU) advirtió semanas atrás que genera preocupación entre los
estudiantes, el acceso a los materiales de estudio. Otro de los factores que
genera una barrera en el acceso se da en el bajo índice de personas con
discapacidad estudiando en la Udelar. El 1,3 % del estudiantado universitario
posee alguna discapacidad (total o parcial), porcentaje distanciado del 16% de
la población total del país, de acuerdo
a los datos del Censo Nacional realizado por el Instituto Nacional de
Estadísticas en 2011. De hecho, el apartado sobre la
discapacidad se llama “Barreras in-visibles: la discapacidad desde la
perspectiva de los estudiantes”. El informe del Censo de Estudiantes explica
que “según los datos obtenidos, el 1,3% de los estudiantes consideran presentar
alguna discapacidad” y advierte “en el caso del acceso y permanencia en la
educación universitaria, la discapacidad estaría siendo reproducida por el
colectivo institucional en caso de no generar espacios de inclusión de personas
con alguna deficiencia concreta”. Sostiene que “en el tema de la discapacidad,
cuando se plantea el concepto de integración, la responsabilidad de apropiarse
del espacio educativo, permanecer en él y egresar, depende de los esfuerzos
específicos que realice la persona (por ejemplo, para deficiencia motriz
solicitar una rampa y que no esté ya de antemano puesta; para deficiencia
auditiva pagarse los intérpretes en lengua de señas y no estar dados por la
institución; para deficiencia visual, deber traducirse el estudiante los textos
a braille o solicitar su pasaje a un procesador de texto para utilizar lectores
como el Jaws o Lupa, y que no esté pensado como dispositivo educativo con
anterioridad, etc.)”. En contraposición, “la inclusión educativa es aquella
que, reconociendo la discapacidad como una construcción de la sociedad hacia
sujetos singulares, se propone la eliminación de las distintas barreras
(materiales, comunicacionales y simbólicas) que pudieran producir y reproducir
tal situación de discapacidad”.
Además de la discapacidad, otra barrera parece ser la del acceso a
los afro descendientes y otros (descendientes indígenas, etc.). Si bien hay un 10% de
afrodescendientes según el Censo Nacional 2011, el 87,1% de los estudiantes universitarios considera que la
principal ascendencia racial es la blanca, mientras que para el 2,7% es la
indígena y para el 2,1% es la afro o negra. El porcentaje de estudiantes que
declararon no creer tener ascendencia racial fue de un 7,6%.
Apoyo
La Udelar brinda becas a de apoyo económico tales como el Fondo de
Solidaridad. “Se trata de una beca de apoyo económico a estudiantes uruguayos
de la Universidad de la República y del nivel terciario del Consejo de
Educación Técnico Profesional, con base en la situación socioeconómica del
estudiante y su escolaridad” se explica en el informe del Censo de Estudiantes
2012. En 2012, el Fondo de Solidaridad entregó 6.677 becas de apoyo económico
donde los más beneficiados fueron los estudiantes del interior del país
(86,3%). La posibilidad de acceder a centros en el interior y hogares
estudiantes es un factor determinante para facilitar el acceso de los
estudiantes de todo el país, ya que la diferencia
territorial sigue siendo desequilibrante. Montevideo tiene la mitad de la
población del país, y es su población la que más accede al sistema terciario.
El Censo de estudiantes determinó que “el 58,5% de los estudiantes de grado de
la Udelar nació en Montevideo, el 38,6% nació en departamentos del interior
del país, mientras que el restante 2,9% nació en el exterior”. Por otro lado, el 76,7% de los estudiantes
universitarios reside en Montevideo, el 22,9% en departamentos del interior,
mientras que el 0,4% declaró residir en el exterior. Por otro lado un 3,5% lo
hace en hogares estudiantiles y el 1,5% vive en pensiones u hoteles. El 95% de
los estudiantes vive en hogares particulares (casa o apartamento).
Cada vez más estudiantes
De acuerdo a los datos del Anuario Estadístico de Educación, en
2012 la Universidad de la República tuvo 85.905 estudiantes (130.941 matriculados);
la Universidad Católica del Uruguay contó con 9478 estudiantes; la Universidad
ORT Uruguay, con 7511; la Universidad de la Empresa, con 3475, y la Universidad
de Montevideo, con 2.222. Además en 2012 las universidades privadas tuvieron
2,5 matriculados por cada estudiante de 2004, y en los institutos
universitarios privados esta relación se eleva a 3,6. Asimismo aumentó el
egreso en todos institutos terciarios y en casi todas las áreas de
conocimiento.
Explica el Anuario de Educación que “las universidades y los
institutos universitarios privados cuentan con ofertas educativas no terciarias
extremadamente heterogéneas y dinámicas que cambian año a año siguiendo la
evolución de la tecnología y la demanda empresarial. En 2012 estas ofertas
contaron con 1260 estudiantes nuevos, completando una matrícula de 4497
alumnos, fundamentalmente de la Universidad ORT de Uruguay (84,9 %)”.
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Matías Rótulo.