Orlando Pulido es Coordinador del Foro Latinoamericano de Políticas Educativas. Además es profesor de la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia. En una entrevista concedida a LA REPUBLICA, se refirió a los problemas de la educación en América Latina.
Por Matías Rótulo (publicado en La República el 27/02/09)
Criticó el modelo neoliberal de la educación y las evaluaciones educativas realizadas en nuestros países comparadas con los rendimientos de los alumnos europeos. Explicó los problemas de la retención de alumnos y el éxito escolar en nuestro continente, así como la particular situación de su país, donde miles de niños son desplazados a causa de los conflictos.
Dijo que en nuestro continente "hay neoliberalismo para rato", aunque "ha hecho crisis". Destacó que se debe "profundizar la democratización de la educación."
-Los informes internacionales, como los de los Objetivos del Milenio de Unesco, indican un problema común en la educación a raíz de los contextos sociales y económicos vulnerables ¿Es la pobreza la causa del abandono y el fracaso escolar?
- Nosotros tendemos a mirar estos problemas de manera estructural, tal como usted lo mencionó. Observamos siempre las causas que provocan estos problemas.
Tenemos bastante identificado, en América Latina, que estos problemas surgen a partir de la aplicación de ciertas políticas en el contexto neoliberal, que se propusieron la meta de garantizar el derecho de la educación mediante la universalización del acceso de niñas y niños al sistema educativo.
Entonces, desde la década del setenta, se presentó una expansión muy fuerte del sistema de enseñanza, y durante estos años se logró que niños y niñas, que siempre estuvieron excluidos del sistema, pudieran entrar.
La política neoliberal fijó así, como una de sus metas, el aumento de la escolarización por aumento de cobertura. De esta forma empezó a medir lo exitoso de sus políticas educativas basándose en su matrícula.
Sobre ese esquema montaron una concepción de política con la idea de "logro fundamental". Pero esta expansión de la matrícula escolar tan fuerte en un período de tiempo tan corto coincidió con un radical ajuste fiscal, con una reforma tributaria profunda y con la disminución del gasto social. Esto a su vez se correspondió con la disminución real del gasto en educación. Como resultado se dio una merma de la calidad de la educación de los niños.
Esto representa una de las causas de la deserción escolar, ya que los niños no se forman bien. Otra consecuencia es la repetición. Pero está documentado estadística y analíticamente que el factor que genera más deserción escolar es la pobreza.
Dentro de las causas de la pobreza social está la deserción escolar. Lo padres no tienen los medios económicos para saldar los gastos en educación, por muy estatal que ésta sea. Uruguay es una isla en este continente, ya que asegura la universalidad y el acceso desde su educación pública. Pero en otros países hay niños que tienen acceso a la escuela, pero no a los útiles o uniformes.
En otros casos está la cuestión del hambre y los niños no resisten en la escuela con hambre. También están los padres que utilizan a los niños para completar el ingreso familiar mediante el trabajo infantil, y a esto se suma que a los padres la escuela no les da una satisfacción inmediata, ya que no les significa un cambio sustancial del ingreso inmediato.
- ¿Hay también alguna responsabilidad de los docentes y su formación?
- Por supuesto que hay una inadecuación del sistema escolar a las necesidades de los niños y la formación de los maestros. Pero no hay un sólo factor, sino que hay una concurrencia de factores que hacen que los índices de escolaridad efectiva de los niños sean inferiores a los que nos plantean los indicadores de matrícula.
En casi todos los países de América Latina tenemos indicadores de matrícula e ingreso al sistema cercanos al 100%, que en un país de exclusión educativa es un guarismo muy importante. También en nuestro continente tenemos una cifra de deserción que deja la tasa efectiva en un poco más de 60%. Léase que de cien niños que entran, 40 salen. Esa cifra aumenta a medida que uno avanza en los ciclos. La proporción de niños que entran a la escuela y terminan la Universidad es muy separada.
- En la escuela pública uruguaya la matrícula ronda los 400 mil alumnos y en la Universidad de la República, los 83 mil. En esta última no hay una formación de docentes y por esto le preguntaba lo anterior, sobre la cuestión de la formación de profesores y maestros y su eventual responsabilidad.
- Yo le diría que no, pues el docente ha sido tan damnificado como los alumnos a causa de las políticas educativas neoliberales. Pero a pesar de eso, el tema de la formación de docentes ha estado siempre presente y es un aspecto crítico. En eso Uruguay es un caso singular. Yo no digo que aquí los docentes no tengan donde formarse, ya que hay instituciones que dependen de la ANEP que forman profesores y maestros.
En el caso de los maestros, esto está aquí más organizado, pues los docentes de primaria de este país tienen el requisito de ser titulados para enseñar, algo que no pasa con los docentes de secundaria, y ahí está pendiente una solución para este tema.
Aquí consideran un avance que la formación de docentes sea autónoma y se maneja desde los docentes mismos y desde el sector educativo. No se ve con buenos ojos en Uruguay que la Universidad forme docentes. Y aunque los forme, eso no garantiza que sean mejores docentes.
En Colombia tenemos un problema dado por este hecho. El sistema educativo de Colombia implica la existencia de escuelas normales superiores que forman maestros (de primaria y rurales). Después está la Universidad Pedagógica Nacional, que forma docentes y, como cualquier universidad, forma licenciados en áreas: química, matemáticas, etc. Después están las universidades privadas que tienen facultades de educación. Pero todo esto no garantizó una mejora en la formación de los maestros. Inclusive contribuyó en una merma de la calidad de la educación, pues mucha de esta formación no se tradujo en el desempeño en el aula, sino que estaba más ligada al ascenso en la especialización por carreras de grados y posgrados.
Un docente de física hacía una maestría de educación primaria y le daba créditos para su carrera universitaria, pero nunca llegaba a pisar un aula escolar. Entonces no hay una relación directa entre los procesos de formación y lo que ocurre en el aula con los estudiantes.
- Y esto se ve reflejado en las evaluaciones...
- Sí, pero los sistemas de evaluación son inadecuados. En las reformas liberales se estableció la evaluación por competencias en torno a estándares universales introducidos en la comparación de nuestros países con los resultados de países europeos. Por ejemplo, el estudio PISA en lenguaje, matemáticas y lectoescritura, que modificó la evaluación y puso a nuestros niños en una situación de desventaja frente a los niños de los países desarrollados.
No se puede comparar el desempeño de un niño de una zona rural pobre de Latinoamérica con un niño europeo, en materia de logros en aprendizaje. Pero si la prueba deja de hacer estas comparaciones, pierde su razón de ser. Es significativo lo lejos que estamos de los niveles europeos en nuestro continente.
En Europa, los docentes tiene mayores garantías, pues tienen mejores salarios y son más respetados profesionalmente, algo que en nuestro continente no ocurre. Si una política educativa no está orientada al efecto de la permanencia en el sistema escolar, en condiciones de una educación pertinente, con contenidos adecuados a las necesidades, se seguirán presentando estas situaciones que la política neoliberal no resolvió.
- Unesco señala que uno de los motivos de fracaso escolar se da por la presencia de los conflictos. ¿Cómo hace un niño colombiano para estudiar en una situación de conflicto como se vive por la guerrilla?
- En Colombia se tiene identificado y hasta medido un problema que es el desplazamiento interno a causa de la violencia. En estos momentos, la cifra de desplazados gira entorno a tres millones y medio de personas. Esto da aproximadamente un millón y medio de niños y niñas, lo que equivale a la población de Uruguay.
Estos niños han perdido por completo la garantía del derecho a la educación. Han perdido sus hogares y tuvieron que abandonar sus poblados. Debieron tratar de integrarse de alguna manera a contextos educativos diferentes al suyo, en instituciones que no están preparadas para recibirlos. Los niños llegan desplazados en épocas donde el año escolar está terminando, en cursos sin cupos, sufriendo el rechazo de la población receptora que los mira con profundo recelo y desconfianza porque generalmente se piensa que ellos están relacionados con el conflicto y "si salió, fue por algo".
Esto generó un problema social muy especial con la población desplazada que motivó la generación de políticas públicas especiales para ellos. En materia educativa se crearon acciones desde el Estado y la sociedad civil. Nosotros animamos y desarrollamos la experiencia de una red pedagógica para atender a las personas en esta situación. Bogotá avanzó mucho en la resolución de este problema y pudo amparar a casi toda la población desplazada en su sistema educativo.
Pero uno de los problemas era identificar al desplazado, pues este se oculta cuando llega a la ciudad. Si se oculta, el Estado no lo atiende porque no lo identifica. A su vez, tiene que registrarse, pero el miedo a los que lo persigan los lleva a no hacerlo. Los niños no se identifican como desplazados por la discriminación que existe.
Otro problema es el de la violencia cotidiana, la violencia social surgida desde la situaciones de pobreza en las barriadas y comunas.
Hace poco tiempo se dio un gran debate en Bogotá sobre la violencia en las instituciones educativas, el cual fue muy politizado y utilizado para desprestigiar al gobierno de izquierda que hay en la ciudad. Otro problema es que otros se quedan en el medio del conflicto.
- ¿Hay escuelas dirigidas por las FARC?
- En las zonas donde ellos operan sí las hay, y en las zonas operadas por los paramilitares también. Los paramilitares llegaron a imponer rectores de universidades donde ellos tenían el control, ya que monopolizaron los aparatos de Estado.
- Pulido, ¿cómo ve el Plan Ceibal?
- Bien. En Colombia tenemos un plan similar donde se les dan computadoras a los escolares. Pero les llevaban computadoras a zonas donde no había electricidad. Hay que ver cómo viene acompañado este plan, si viene con un sistema para la introducción de contenidos en las aulas. A veces se piensa que el desarrollo es darle computadoras a la gente y eso pasó en las empresas de crisis. Entraron en la onda de las redes internas, pero la gente no las usaba, pues se debían acercar a unos metros a sus compañeros para decirles algo, y era más fácil que decirlo vía mail.
- En Uruguay se ha comprobado, primero, el acercamiento de los padres y los niños a la escuela, ya que van a usar la conexión a Internet con sus laptops.
- Eso es importante porque colabora a que la escuela sea un centro cívico.
CAMBIOS DE IDEA
Pulido dijo que en nuestro continente "hay neoliberalismo para rato". Destacó que el neoliberalismo "ha hecho crisis", pero en América Latina "siguen operando esos aparatos". Destacó que se debe "profundizar la democratización de la educación" y por esa vía "construir algo distinto a lo que el capitalismo hace".
Dijo que los países de la región que "ensayan vías nuevas, diferentes al capitalismo, nos dan grandes esperanzas" en cuanto a un cambio en la educación. Dijo que la lucha contra el analfabetismo "no es propia de los gobierno de izquierda", sino que "viene desde la década de 1970" y "avanzó en el contexto neoliberal".
Recordó que los índices de alfabetización de las dos décadas pasadas alcanzaron "altos guarismos", que fueron parte "de las políticas de bienestar". La expectativa hoy "debe estar más allá de eso, pues ni la alfabetización ni la escolarización contribuyen a eliminar la pobreza.
Al contrario, hoy hay más pobres que nunca, y los pobres de hoy son más pobres que nunca". Pulido abogó por la búsqueda de "modelos alternativos" para que "no se generen pobres".
En su propuesta destacó que "debemos inventarnos lo otro, que es lo que va a sustituir el modelo neoliberal, para que no se produzcan más pobres".
En otras palabras tenemos claro que no es la política educativa lo que acabará con la pobreza, pero tenemos también claro que sin la política educativa, no se acaba con la pobreza".
Es por eso "que debe haber políticas intersectoriales donde concurran otros sectores, como la salud, la recreación y el deporte, la inversión". Culminó diciendo que "mientras los ministerios de hacienda no entiendan que si seguimos destinando el 3,5% del Producto Bruto, no vamos a tener una transformación que mejore los currículum, la formación del docente y la calidad de la educación en su totalidad".
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Matías Rótulo.