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ENTREVISTA A VÍCTOR LICANDRO: “Hubo una manipulación psicológica por parte de los militares que juzgaban”

Publico la entrevista que tuve el gusto de realizar al General Víctor Licandro en abril de 2008. A pocos días de su fallecimiento es mi recuerdo a un gran hombre, político, militar y pensador. La entrevista fue realizada para el libro que junto a José Luis Martínez publicamos en 2008 "Los Soldados del General" (Ed. Arca). Además Licandro tuvo la gentileza de prestarnos su gorro y bastón militar para ilustrar la tapa de nuestro libro.


VICTOR LICANDRO 1918 - 2011 (Foto: www.larepublica.com.uy)

Por Matías Rótulo y José Luis Martínez

- El fallo del Tribunal de Honor que el Ejército le realizó a usted data del 23 de Diciembre de 1975. ¿Cuánto tiempo duró el proceso?
- Yo fui detenido el 9 de julio de 1973 a causa de la manifestación en la avenida 18 de Julio. Desde mi arresto, estuve incomunicado hasta el mes de diciembre de ese mismo año. Recién en ese momento mi familia supo dónde me tenían arrestado. Las Fuerzas Armadas autorizaron a mis familiares una visita de una hora por semana. Dos años después, recién en el año 1975, actuó el juez ante mi causa. En realidad, yo no estuve sujeto a juez alguno, y tampoco a ningún tribunal. Es decir que estuve encerrado y punto. Casi enseguida de la actuación del juez, actuó el Tribunal de Honor. En definitiva el tribunal de honor que es un organismo que actúa en un área tan sensible como el “honor”, no actuó justamente con honor. Primero, se acomodaron ellos. Después comenzaron con las actuaciones. El poder ejecutivo de la época homologó el fallo del Tribunal de Honor del ejército del 23 de diciembre de 1975, y cumple con la disposición allí dispuesta y da el paso a reforma. Para ese entonces estábamos transitando en el año 1976. Al pasar a reforma, yo que había permanecido detenido en el cuartel de Minas, en el departamento de Lavalleja, fui trasladado al departamento de Montevideo, a la Escuela de Armas y Servicios. Luego fui trasladado a la Cárcel Central de la Policía hasta el año 1983 de forma continuada.
- ¿La causa de su arresto fue la manifestación del 9 de Julio de 1973, o siente que fue una serie de acciones políticas conjuntas que fueron engrosando la causa?
- En el correr del proceso del juzgamiento en los tribunales militares de honor, hay una serie de adjudicaciones y acusaciones que van a engrosar la causa que teníamos cada uno de nosotros (se refiere también a Zufriategui y a Seregni). Luego, en el proceso de la justicia militar se van ampliando las causas. En un principio los procesos se inician por nuestra detención, luego de la manifestación del 9 de Julio.
- ¿Tenían antecedentes en su contra dentro de las propias Fuerzas Armadas...?
- ...Mire, es bueno que yo contextualice los hechos. En el año 1971, al fundarse el Frente Amplio se inicia un enfrentamiento dentro de las propias Fuerzas Armadas que se materializa con un pedido hecho por la comisión directiva del Centro Militar, y eso consta en actas. Se le llamó al general Líber Seregni para que explicara la situación de pertenecer a una coalición política que integraba al Partido Comunista en sus filas. Cabe recordar que para el convencimiento de las Fuerzas Armadas el movimiento internacional Comunista era considerado “el enemigo”. Entonces comienza allí un proceso, donde Seregni rechaza la intromisión del Centro Militar en la actividad política. Esa acción llevó a un duro enfrentamiento entre Seregni y el General Rivas quien apartó a Seregni del Centro Militar, lo que culminó en el duelo entre ambos, llevado adelante gracias a las leyes de la época. Yo, al mismo tiempo, renuncié al Centro Militar. Pero otro hecho marca la época. Durante la campaña electoral de aquel año, Seregni es atacado en la ciudad de San Carlos en el departamento de Rocha. Nosotros integrábamos el comité de base de los militares retirados. Motivados por el hecho del ataque a Seregni, sacamos una declaración de repudio contra aquel atentado. Por la nota de repudio, también fuimos llamados al Tribunal de Honor ya que según ellos “firmamos una declaración política”, con el tenor que esta tenía. Entonces la situación del enfrentamiento interno entre las propias Fuerzas Armadas, se prolonga a partir de ese hecho. Por supuesto que no hay lugar a dudas, que el acto del 9 de julio de 1973, fue el motivante principal del accionar del Tribunal de Honor.
- ¿Entonces hubo una clara persecución?
- Si, no hay ninguna duda. Fíjese que el tema de la persecución lo declara y admite a posteriori el Poder Ejecutivo desde 1985 en adelante. El gobierno admite que todo lo que pasó en aquella época, obedeció a causas políticas e ideológicas. Así que lo decimos nosotros pero lo reconocen los gobiernos de la democracia desde 1985.
- Si bien Seregni, Zufriategui y usted fueron arrestados en la misma circunstancia, no todos los juzgados lo fueron por el acto del 9 de Julio, ni por la vinculación con el Frente Amplio. Además las causas de los tres –según las actas–, son diferentes.
- Seregni, Zufriategui y yo, fuimos arrestados en el mismo momento pero con elementos diferentes. Hay un orden de comportamiento de cada uno. Líber Seregni era el Presidente del Frente Amplio, Zufriategui era el Secretario, pero yo no era nada de eso, entonces a los tres se nos juzgó de acuerdo a nuestra condición.
- ¿Y los otros militares juzgados?
- Los otros militares juzgados no están vinculados en la causa con nosotros, pero sí en un sistema, en un comportamiento de la política nacional y el comportamiento de las Fuerza Armadas con respecto a la sociedad. Aún antes de la dictadura estaba el régimen del Presidente Jorge Pacheco Areco el cual fue prolongado –el régimen-, por el gobierno del Presidente Juan María Bordaberry. Esos gobiernos actuaban alejados de la Constitución de la República, y además eran arbitrarios y represivos. Pero todo comienza a darse cuando en el batallón de Treinta y Tres matan a Batalla. Las Fuerzas Armadas desde entonces afirman que en los batallones no se torturaba, y en el caso –por ejemplo- de Edison Arrarte, que fue juzgado por denunciar malos tratos a un ciudadano, su discrepancia lo llevó a un Tribunal de Honor.

TAPA DEL LIBRO ILUSTRADO
CON EL BASTÓN Y SOMBRERO
DE VÍCTOR LICANDRO
- Los militares, ¿cómo actuaron con los miembros del Ejército, para prevenir “traiciones”, o para saber quiénes estaban con el Frente Amplio?
- Cuando en febrero de año 1973 se da el movimiento militar, trascendió públicamente que los mandos militares llamaban a los jefes y oficiales personalmente para saber si apoyaban o no la posición que tenían las Fuerzas Armadas. Allí como usted verá, se da un primer marcado sobre quiénes estarían o no, asociados al golpe de Estado que se materializaría en el mes de Junio. Entonces hay antecedentes de que hubo un cernidor y un contralor sobre las ideas de los militares. Algunos militares abiertamente admitieron que no estaban de acuerdo, otros no dijeron nada y ese fue el proceso de “estás conmigo o no estás conmigo”. Con el correr del tiempo empezó a establecerse que algunos militares no estaban de acuerdo con algunos aspectos del régimen o que no lo acompañaban abiertamente y por eso sufrieron persecuciones.
- ¿Cómo actuó el Frente Amplio en respuesta a la persecución de los militares, siendo que su cúpula estaba conformada por militares de alto rango?
- Hubo un enfrentamiento abierto desde el Frente Amplio con el gobierno de Jorge Pacheco Areco, donde como ya dije, fue un gobierno inconstitucional, represivo, arbitrario y alguno dijo que era hasta “sanguinario”. El Frente Amplio lo recogió en los discursos del propio Seregni, y allí se tiene el pensamiento de la fuerza política con respecto al gobierno. Los que éramos militares en retiro o en función seguíamos teniendo estado militar como lo marca la ley, entonces tenemos obligaciones y derechos. Es por eso, que hubo prisiones, torturas, Tribunales de Honor y la represión contra los militares y civiles que estábamos en el Frente Amplio. Los Tribunales de Honor en mi caso, van a mostrar cómo me ven a mí dentro del Frente Amplio, desde el Ejército. A su vez detalla cómo se ve el movimiento Comunista internacional desde 1918 que como dije “era el enemigo”. El fiscal de Corte Bayardo Bengoa dijo que un ciudadano civil puede ser comunista, pero no un militar. Cuando se establece el fallo en mi contra, yo señalé que el tribunal “se excedió en sus competencias” porque señalaron actuaciones que ya habían sido juzgadas y que anteriormente fueron catalogados como “legítimas”. Pero el comportamiento excesivo fue normal durante la dictadura.

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