Para Lucía. Lucía Ya está pronto el saxofonista. Los violines afinados. Los tambores con sus parches estirados. El piano mastica con sus dientes los dedos ya inflamados. Las guitarras tristes faltaron. ¿Dónde están los clarines? Alguien se olvidó de llamar al triángulo. Dice el oboe que está enamorado. El bandoneón espera, las liras deliran. Las arpas se acomodan, los pentagr amas hacen olas con sus líneas. El Sol está en Tauro. El Fa coquetea con La, y el Re explota de locura cuando la corchea lo saluda. La batuta se eleva, el director no espera. Es 18 de un mayo frío. Alguien duerme, alguien tiembla. Y la batuta se baja, y la orquesta suena como un llanto divino, el trompetista toma el primer aire, el bombo suena como el latido de un pequeño corazón que no para, una bailarina hermosa mueve sus manos, sus pequeños pies se elevan, y la magia sucede, la orquesta le da vida y la música suena, el público aplaude el aplauso más hermoso, el hermoso baile de
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