Que el diablo se olvidó de nosotros que nunca supimos, y los que saben saben que el diablo se olvidó de nosotros. Que era un obrero de cal y tierra de los batallones que cantan, brindan, pisan fuerte el paso en marcha, mientras Marcha se pregunta ¿Quién empuñará la pluma? Que el diablo se olvidó de nosotros que no hubo lágrimas en el entierro que las pocas flores que tuvimos, las donó un pobre sapo negro que hizo nido en los cabellos mojados, sangrientos, un festín para el invierno. pues el diablo se olvidó de nosotros que el diablo se olvidó de nosotros por tragar saliva con sangre, en el banquete de honores se atoró con la uña afilada que le arrancó de cuajo la voz para anunciarnos que se había olvidado de nosotros. Se rió el diablo todo enchastrado, dio un golpe a la mesa saltaron vasos, platos cuchillos y una mortaja que ahí fue cuando el diablo se olvidó de todos nosotros, se retiró cansado, orgásmico ...
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