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Prohibido pensar VS. No nos dejan pensar


Pongamos de un lado a “Prohibido pensar” (5) y por el otro lado a los programas que no nos dejan pensar, o intentan hacernos pensar pero piensan ellos por nosotros. Por ejemplo “El Debate del Juego de Tu Vida” que emite Canal 10. Uno debate sobre la vida partiendo desde lo académico. El otro debate de la vida partiendo de un espacio ficticio.

Por Matías Rótulo para el Semanario Voces / 16-07-09

“Prohibido Pensar” intenta dar al público un acercamien­to a la filosofía procurando de una manera simple, me­tódica y entretenida, trasla­dar a temas cotidianos, ideas tan poco cotidianas como las de Kant, Aristóteles o Vaz Fe­rreira. Una mierda. No hay minas medio en bolas como en lo de Carballo. No hay ri­sotadas estúpidas como en lo de Tinelli. No hay sangre en la vereda luego de un asesi­nato como en Telenoche. Por el otro lado, el debate sobre el programa “El Juego de Tu Vida” que emite Canal 10 (éste sí tiene risotadas estúpi­das) fomenta un debate sobre la verdad y la mentira, máxi­mas tratadas alguna que otra vez por la filosofía. Este si está bueno. Hay un panelista que es un hermano perdido, un falso Rufo Martínez (pa­nelista de otro programa de debate: “Esta Boca es mía”). El tipo se mueve, habla, tiene la voz y algún parecido físico igual al antes mencionado. Lo acompañan dos señoras, una es una falsa María Inés Obaldía (con mechón y todo) y la otra una falsa Adriana Da Silva (la gritona de Buen Día Uruguay. No, la rubia no, la otra gritona). Ya me van a decir “che boludo ¿que te sentás a escribir y criticar, no tenés nada mejor que hacer? esas señoras son artistas”. Y bueno, Gorzy a veces dice pe­lotudeces y no se va por ahí a hacer arte (con onda Sergio). Pero vayamos por partes. Pro­hibido Pensar (y vuelvo a lo aburrido de esta columna) a veces es un entreverado in­tento por educar al público. Por lo tanto, usted dirá “ufa, es aburrido”. No señor, le prometo que se va a divertir y va a conocer a algunas per­sonas interesantes. Un tal Só­crates que se mató con un tiro de escopeta frente a un plaza de New York en defensa de su pensamiento a favor de que la revista Playboy se regale a todos**. Prohibido Pensar, pretende ser la más firme (má firme loco), demostración que en la televisión se puede edu­car y entretener a la vez. Es decir, que plantea un debate, a veces – es verdad- no muy claro, pero hace el intento de trasladar cuestiones de la vida cotidiana de la sociedad a un lenguaje académico, de fácil acceso para nosotros (los pa­nelistas de este semanario y alguno más): los ignorantes. Entonces, Prohibido Pensar trae un debate, informa sobre las cuestiones que lo hacen y expone lo que se puede obte­ner del mismo. Nos hace pen­sar, nos abre la cabeza, pero no de la forma que le gusta­ría a Telenoche para su cró­nica nocturna, sino desde un punto de vista intelectual.

El Debate del

Juego de Tu Vida

Por otro lado tenemos a los programas que “no nos dejan pensar”.

Ya me referí tiempo atrás a los ciclos de debate televisivo que debaten temas en los cuales la mayoría de la gente no tiene la suficiente información. Enton­ces, el debate se abre a partir del debate mismo. Por ejem­plo, si yo propongo debatir en televisión sobre un tema tan general como es la religión, y que atrae tanto interés social a pesar de ser Uruguay un país laico, y como base propongo las ideas de Diderot, primero tendría que informar o con­tribuir a la formación de mi público sobre la Religión en general, y sobre las ideas de Diderot en particular ya que la gran mayoría –sin subestimar a nadie-, seguramente no ten­drá la suficiente información al respecto. De hecho, ahora que escribo de Diderot, debería re­ferirme a él para que usted tu­viera referencias, pero no es el punto. El colmo de los debates televisivos es el debate televi­sivo mismo en la propia televi­sión. Un debate que no debate la televisión sino con la televi­sión. Lo hemos visto en los con­cursos de canto, baile etc. Es una suerte de meta diálogo del medio que se da de una mane­ra exagerada en Argentina con repetición de programas que repiten programas, y que a su vez repiten programas. Ten­dencia que se muda lentamen­te para aquí.

En el Debate del Juego de Tu vida estamos informados, pues tenemos el programa para ver e informarnos sobre lo qué se trata. Me pregunto ¿es necesario que el debate trascienda el hogar para que sea la propia televisión, cuna del programa a debatir, el que dirija y abra opinión? Es que a la televisión le encanta hablar de sí misma. Como en Uruguay hay muy pocos temas para ha­blar, Canal 10 propone hablar de la esencia de un programa “El Juego de Tu Vida” que fo­menta valores tales como la verdad, pero a cambio de di­nero. El perdón de los fami­liares que fueron mentidos por la concursante se basa en cuánto dinero el concursante gana. Se fomenta el voyeuris­mo de los televidentes y que­remos saber si una mujer se masturba con una zanahoria o si un tipo es mal padre. Mien­tras tanto, y paradójicamen­te, Canal 10 hace una campa­ña sobre el diálogo familiar. Entonces la filosofía entra en un juego perverso. Prohibido Pensar la aplica para ayudar a dar respuestas. El Debate del Juego de Tu Vida inten­ta ser un aporte a la filosofía barata de la televisión chata­rra. Un entretenimiento que habla del entretenimiento sin mucho más que eso ¿Por qué no se debate sobre la verdad y la mentira en televisión? ¿Por qué para debatir sobre valores tuvimos que esperar a un pro­grama español que le da valor a la verdad y la mentira con el signo de Euros?

Es que está prohibido pensar y la vida por momentos parece un debate hueco, dirigido por la propia televisión, que en sí misma es hueca y auto referen­cial.

(**) Recomiendo la “Apología de Sócrates” de Platón para conocer la verdadera razón de la muerte del filósofo.

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