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El mundo académico cerrado



Esta semana publicamos en el diario La República con la periodista Victoria Alfaro, y reproducido aquí, un artículo que presentaba incongruencias en el currículum vitae de la decana de la Facultad de Veterinaria doctora Perla Cabrera. Cabrera presentó un currículum para un concurso de investigadores diciendo que fue tutora de tres maestrías terminadas por parte de sus alumnos. Pero los documentos y los testimonios de dos personas indicadas por Cabrera como con "maestrías completas", demuestran que son datos equivocados.
También se detectaron otros errores en varios concursantes, y se solicitó que se denunciaran por aprte de los involucrados, algo que no hizo la doctora Cabrera, salvo "telefónicamente" la semana pasada, y sin seguir los caminos correspondientes determinados en tal sentido. 
En nuestra nota, se presentaron los datos y las pruebas correspondientes en el artículo publicado el martes.
Se habló -previo a la nota-, con la decana para que diera su versión y se negó.
La decana, en el Consejo Directivo Central de la Universidad de la República, el martes 31 presentó una carta donde admitía los errores y los atribuía a que no supo como llenar correctamente el formulario. Otros decanos expresaron que el llenado del formulario era "difícil".
Pues bien, la decana presentó sus descargos, y admitió lo que nosotros probamos en nuestro artículo. 
A su vez, varios decanos, compañeros de sesión de la decana, y el rector Rodrigo Arocena, respaldaron en su ética y moral, algo que nadie puso en dudas.
 Hasta ahora asumo que está bien. Tal vez la decana se equivocó, y en mi artículo lo que hice fue solamente consultarle sobre este error. 
Consultarle públicamente, para que se sepa, y más aún cuando es una jerarca elegida democráticamente, que se presentó a un concurso de investigadores financiado por el Estado, donde -de ganar-, se le daría plata del Estado. 
Cabrera, a pesar de contestar sobre el currículum presentado en el concurso, en su carta no aclara la aparición de otro currículum del año 2005 donde presenta a las mismas personas egresadas pero en el 2003. ¿Otro error de llenado? 
Lo cierto es que algunos decanos, elegidos democráticamente, en una institución del Estado, en vez de investigar, prefirieron atribuir todo a la prensa. La prensa tiende a deformar la realidad y no muestra lo bueno de la Universidad.
Claro que para muchos, un servidor periodista de La República no es igual que los periodistas de los otros medios pues, siempre informamos sobre la reforma de la institución, la extensión a la sociedad, la investigación, etc. El propio rector me ha dicho en persona que yo en mi medio "siempre le abrí las puertas a su gestión" algo que valoro, pero no agradezco, ya que es mi trabajo. 
Ahora, que se ven tocados de cerca, (y no me refiero al rector), un servidor entra en la misma bolsa que meten al resto de los periodistas que se atreven a denunciar hechos irregulares en la Universidad.  
¿Qué tiene de malo informar sobre las butacas y la controversia que eso genero en la interna de un sindicato?
¿Qué tiene de malo informar sobre datos equivocados en el currículum de una decana?
De hecho, la información que dimos en La República fue confirmada por la misma decana. 
En el artículo, en ningún momento se hace un juicio de valor sobre la honorabilidad de la señora decana. Se le consulta a ella sobre una irregularidad, que como funcionaria pública y ciudadana de este Estado, tiene la obligación de responder y aclarar tal como lo hizo, aunque -repito-, en parte.
Claro que algunos decanos piensan que la prensa es mala y abusa de su poder. Que no podemos informar porque estamos dañando a una institución. Algunos que votaron sin decir nada sobre el tema, un respaldo a Cabrera, en los pasillos me manifestaban asombrados el hecho, y ponían en duda su honorabilidad. Reitero que nuestra intención fue denunciar un hecho irregular y darle a Cabrera la oportunidad de que explique. 
Voy a ver si algún día me reuno con el decano de Química o Agronomía, o la decana de Enfermería, para que me den clase de ética periodística ya que tanto les molesta que la gente sepa que en una institución pública mantenida por sus impuestos, pasan algunos hechos irregulares, y nadie habla de mala intención, que merecen, para todos los ciudadanos, ser explicados. 
Desde ya mi apoyo al acto democrático de votar un apoyo a la decana y su honorabilidad, ya que nunca se puso en duda eso, sino lo que se denunció fueron los errores en su currículum. Bienvenida sea la democracia. Democracia que también se manifiesta en la libertad de expresión y de prensa que tenemos los periodistas. 
Les recomiendo a los decanos que lean más los diarios y revisen la cantidad de "malas noticias" que doy sobre la Universidad y la Educación en general, y las buenas noticias. Se darán cuenta que la generalización de decir que "todos publican lo malo y no lo bueno", no lo podrán decir más, por lo menos en mi caso.
También le recomiendo a los decanos que lean mi artículo sobre Perla Cabrera, y me digan que mala intención tengo en la redacción del mismo, contra la señora decana, siendo que lo único que hago es presentar pruebas. 
De hecho, la decana presentó una carta, y ninguna prueba en su defensa. 
La decana no habló conmigo cuando la llamé.
La decana, elegida como el resto de sus compañeros y el rector, por medio del voto democrático,
en una institución democrática, donde parece que se debe respaldar a los pares ciegamente, como en un partido de fútbol se respalda a un equipo cuando un línea marca una posición adelantada. 
Sigo a las órdenes de la Universidad de la República, mi casa de estudio, y a las órdenes de las autoridades. También sigo a las órdenes de la democracia, defendida desde mi trabajo periodístico, defendiendo que las cosas se hagan bien. 

Por Matías Rótulo


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