ESA CAJA BOBA QUE NOS TRATA COMO IDIOTAS
Soy montevideano. No me llamo “Ano”. Lo aclaro por si alguno se piensa que hago un jueguito depalabras al decir que soy “montevideano”.
Por Matías Rótulo
Soy uno más que no sabe qué votar. La verdad es que me cansa un poco que los frenteamplistas me digan “¿Cómo no sabés que votar? ¿Si la tenemos a Ana? Uno de Asamblea Popular me comentó ¿Cómo no sabés que votar, si tenemos a Eduardo Rubio de candidato, por lo que nos da la chance de votarla a Ana? A los uruguayos nos encanta limitarnos unos a otros. ¿El viernes santo comés carne roja o pescado? ¿El domingo querías que ganara Peñarol o Nacional? En la mañana te dan más ganas de romper el televisor con Humberto de Vargas o con Sara Perrone? Antes de leer las propuestas (mentira, no conozco a nadie que lea las propuestas de los candidatos), estuve atento a dos cosas en la televisión. En primer lugar a la propaganda electoral. En segundo lugar, a que Mario Uberti diga que tiene la posición de “comentarista” en el Mundial. Eso me llevó a plantearme si seguía pensando en las elecciones o en ¿qué tan importante es tener la posición de comentarista en el mundial? Al plantearme la pregunta, dejé de lado mi interés por el Mundial (que es nulo de hecho), ya que lo voy a tener a Uberti taladrándome el oído con ese tono a “relato un partido de fútbol como que fuera una vuelta que da Weber en la Fórmula Uno”, y decidí volcarme a mi interés inicial: las elecciones. Son elecciones muy particulares ya que no entiendo lo que se vota. Además en cinco años cambiaron algunas cosas en esta ciudad. El domingo vi “Pizza a Carballo” y descubrí que todo sigue igual de aburrido, con la diferencia de que Ehrlich no es más candidato a la intendencia lo cual le da un toque más entretenido a la campaña televisiva. En el caso de las damas candidatas, falta que nos pongan a las señoras depilándose para hacernos creer que son personas normales como uno. Bueno, yo me afeito la cara pero no me depilo. Pero la intención de los publicistas fue mostrarnos que: Analía es una frustrada Sebastián Beltrame caminando por Pocitos con una camarita en la mano, y que Ana Olivera puede pudrir una propaganda, hablando sin parar sobre cosas que ella no hizo.
Ana: te vi en un ómnibus de pasajeros hablando de tus planes, en uno de los avisos de campaña. De hecho, todos los pasajeros tenían la capacidad de mirar para afuera con cara de culo, lo que habla muy mal de lo que hay para ver por las ventanillas en nuestro Montevideo. Lo que decías, en realidad era una revisión de lo realizado por la anterior administración municipal. Muy inteligente de tu parte, ya que ahora podés presentar los planes del Frente Amplio en esta ciudad, pues al anterior intendente casi no lo escuchábamos. El problema de la publicidad que te deja en evidencia. Por un lado, ¿A quién le hablás? Según lo dictan las normas del buen vendedor de caramelos en los ómnibus, si hablás adelante del todo, mirando hacía el conductor, le estás transmitiendo un mensaje al parabrisas y nadie te va a dar mucha pelota. Luego fuiste a caminar por la ciudad y te encontraste con un montón de seguidores: cinco. Caminaron por un puente, y le contaste a la cámara de televisión que un asentamiento había sido quitado de allí. Brillante. Un asentamiento menos gracias a la actual intendencia, es la garantía de que podés ir a más. Pero no te quedaste ahí, sino que en tu campaña de televisión se te sumaron Michelini dándonos ánimo con su clásico desánimo, y un pibe frente a una computadora que dice que es el quinto de una lista para edil. Ahora si que nos sorprendieron los publicitas con el ingenio absoluto, ya que nos quieren mostrar de que a Ana lo acompaña cualquier tipo de gente, inclusive uno que se piensa que poniendo cara de consternación (consternación por la vida misma) mientras señala una lista, se va a ganar un mínimo de nuestro aprecio, apelando a la lástima por el muchachito. Luego, Ana propone solucionar los temas de la basura en los depósitos municipales. Acá, el publicista no se encargó de destacar lo realizado por la actual Intendencia, sino al contrario, le pega un palo durísimo. Ana propone solucionar este problema, así como propone mejorar el transporte, resaltar que se hizo el Parque Líber Seregni con el Presupuesto Participativo que promete continuar, el cuidado del Medio Ambiente, la descentralización, etcétera.
Analía: La modita de mostrarnos tal cual somos en las campañas televisivas, nos deja a Analía en un barrio (Pocitos), a Analía en su casa (un hermosa casa de algún hermoso barrio, tal vez Pocitos), y muy pronto a Analía tomando un daiquiri en la playa Brava, a Analía haciéndose el brushin en la peluquería de la esquina de su casa, a Analía comprando milanesas de soja en el Disco Natural. La candidata nacionalista propone que los niños dejen de trabajar en la calle. Me encantaría ver ese proyecto que me encargué de pedir en el Partido Nacional y la respuesta fue “Analía está trabajando en ello”. Analía, si tenés ese proyecto (el cual parece ser muy importante y necesario), te pido que me lo hagas llegar. Te hablo así, ya que estás “tan” cerca de los vecinos –según se muestra en la televisión-, que me permito el atrevimiento de considerarme un vecino tuyo, aunque seguro si te voy a pedir una tacita de azúcar no me lo vas a prestar. Analía también propone en los avisos, que es una mujer de familia, mejorar el sistema de transporte, mejorar el problema de la basura, y un largo etcétera igual al etcétera que puse más arriba en la propuseta de Ana.
Publicado en el Semanario Voces del jueves 18 de marzo de 2010.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por su comentario.
Matías Rótulo.