Denise y Maite se vistieron de novias, abrazadas, caminaron por la calle Sarandí junto a Gonzalo y Damián, otra de las parejas que ayer, en un acto simbólico, contrajeron matrimonio. Un acto simbólico que fue acompañado por la atenta mirada de curiosos, en reclamo por una legislación que permita el matrimonio entre parejas del mismo sexo.
Por Matías Rótulo
"Nosotros hace tiempo que estamos casados; nuestro amor no necesita papeles, pero sí necesitamos que seamos reconocidos por la Ley como personas con los mismos derechos que una pareja heterosexual", explicó Fabiana Rodríguez, una trans que ayer se "casó" con Raúl, tras un año de noviazgo. No hubo juez de paz, pero sí salieron del Registro Civil sobre las 13.30 horas.
Respetando el tradicional vestido de boda blanco, las tres novias (dos lesbianas y una tran), festejaron por un lado un pacto de amor con sus respectivas parejas, pero además fueron las protagonistas de un reclamos que desde hace años los colectivos de la diversidad sexual vienen sosteniendo. "Hace un año que estamos juntos, y estamos convencidos de que queremos esto, estar juntos, ser felices" dijo Raúl.
En el Registro Civil, durante toda la tarde sonó la marcha nupcial, mientras se repetía el mensaje, "los mismos derechos con los mismos nombres. Basta de discriminación". El lunes, se celebró a nivel mundial el día internacional de lucha contra la discriminación sexual y el Colectivo Ovejas Negras aprovechó esta instancia para realizar un acto de simulación de casamiento entre una pareja de lesbianas (Denise y Maite), una pareja gay (Damián y Gonzalo) y una pareja de un gay y una trans (Raúl y Fabiana).
La Ley 18.246 establece las condiciones para la unión concubinaria y reconoce la unión entre parejas de un mismo sexo. "Si bien tenemos este amparo, en primer lugar cuesta muy caro el trámite, en segundo lugar se establece el tiempo de cinco años, y en tercer lugar no contamos con los mismos derechos que el resto de los ciudadanos ya que no podemos casarnos con nuestras parejas. Creemos que no tiene que haber ni ciudadanos de primera ni ciudadanos de segunda", dijo Fabiana. "Yo soy mujer, me siento como tal, pero sin embargo me discriminan en el ómnibus porque si bien biológicamente nací como hombre, elegí en mi vida ser una mujer".
Las parejas entraron al Registro Civil, y tras fotografiarse en el interior, salieron mientras familiares y amigos les tiraban arroz. Luego, frente a las cámaras volvieron a saludar. "Un beso" gritó uno de los presentes. "No quisimos besarnos, ya que la intención del día de hoy no fue despertar ese morbo que se despierta cuando dos mujeres se besan, sino que la población debe entender que tenemos derechos", dijo Denise.
No a la discriminación
Fabiana, por su parte, denunció ayer que en una comisaría de Montevideo "una amiga fue discriminada por ser trans", algo que "no debería ocurrir en un país en democracia y donde todos tenemos los mismos derechos". En cuanto a los derechos, Fabiana, en el momento de tomarse una foto las tres parejas, reclamó porque un funcionario del Registro Civil y un efectivo policial les pedían amablemente que desalojaran el acceso interno, frente a la gran presencia de periodistas y fotógrafos. "Queremos anotarnos", dijo Fabiana desafiante. "No hay problema porque se manifiesten, yo creo que tienen razón en su reclamo, pero no podemos permitir que en una oficina pública se entorpezca el funcionamiento", dijo otro funcionario.
Mauricio Coitiño del Colectivo Ovejas Negras explicó que "se siguen dando casos de discriminación en el ámbito educativo, con un acoso constante, por ejemplo a los adolescentes que tienen definida su sexualidad, y ésta se hace evidente, tal como es el caso de los travestis, que son constantemente atacados por sus compañeros".
La Ley 17.817 establece: "Declárase de interés nacional la lucha contra el racismo, la xenofobia y toda otra forma de discriminación". El artículo primero obliga a nuestro Estado a emprender la lucha contra todo tipo de discriminación. El artículo 2 de la Ley 17.817 indica que "se entenderá por discriminación toda distinción, exclusión, restricción, preferencia o ejercicio de violencia física y moral, basada en motivos de raza, color de piel, religión, origen nacional o étnico, discapacidad, aspecto estético, género, orientación e identidad sexual, que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública".
"Nosotros hace tiempo que estamos casados; nuestro amor no necesita papeles, pero sí necesitamos que seamos reconocidos por la Ley como personas con los mismos derechos que una pareja heterosexual", explicó Fabiana Rodríguez, una trans que ayer se "casó" con Raúl, tras un año de noviazgo. No hubo juez de paz, pero sí salieron del Registro Civil sobre las 13.30 horas.
Respetando el tradicional vestido de boda blanco, las tres novias (dos lesbianas y una tran), festejaron por un lado un pacto de amor con sus respectivas parejas, pero además fueron las protagonistas de un reclamos que desde hace años los colectivos de la diversidad sexual vienen sosteniendo. "Hace un año que estamos juntos, y estamos convencidos de que queremos esto, estar juntos, ser felices" dijo Raúl.
En el Registro Civil, durante toda la tarde sonó la marcha nupcial, mientras se repetía el mensaje, "los mismos derechos con los mismos nombres. Basta de discriminación". El lunes, se celebró a nivel mundial el día internacional de lucha contra la discriminación sexual y el Colectivo Ovejas Negras aprovechó esta instancia para realizar un acto de simulación de casamiento entre una pareja de lesbianas (Denise y Maite), una pareja gay (Damián y Gonzalo) y una pareja de un gay y una trans (Raúl y Fabiana).
La Ley 18.246 establece las condiciones para la unión concubinaria y reconoce la unión entre parejas de un mismo sexo. "Si bien tenemos este amparo, en primer lugar cuesta muy caro el trámite, en segundo lugar se establece el tiempo de cinco años, y en tercer lugar no contamos con los mismos derechos que el resto de los ciudadanos ya que no podemos casarnos con nuestras parejas. Creemos que no tiene que haber ni ciudadanos de primera ni ciudadanos de segunda", dijo Fabiana. "Yo soy mujer, me siento como tal, pero sin embargo me discriminan en el ómnibus porque si bien biológicamente nací como hombre, elegí en mi vida ser una mujer".
Las parejas entraron al Registro Civil, y tras fotografiarse en el interior, salieron mientras familiares y amigos les tiraban arroz. Luego, frente a las cámaras volvieron a saludar. "Un beso" gritó uno de los presentes. "No quisimos besarnos, ya que la intención del día de hoy no fue despertar ese morbo que se despierta cuando dos mujeres se besan, sino que la población debe entender que tenemos derechos", dijo Denise.
No a la discriminación
Fabiana, por su parte, denunció ayer que en una comisaría de Montevideo "una amiga fue discriminada por ser trans", algo que "no debería ocurrir en un país en democracia y donde todos tenemos los mismos derechos". En cuanto a los derechos, Fabiana, en el momento de tomarse una foto las tres parejas, reclamó porque un funcionario del Registro Civil y un efectivo policial les pedían amablemente que desalojaran el acceso interno, frente a la gran presencia de periodistas y fotógrafos. "Queremos anotarnos", dijo Fabiana desafiante. "No hay problema porque se manifiesten, yo creo que tienen razón en su reclamo, pero no podemos permitir que en una oficina pública se entorpezca el funcionamiento", dijo otro funcionario.
Mauricio Coitiño del Colectivo Ovejas Negras explicó que "se siguen dando casos de discriminación en el ámbito educativo, con un acoso constante, por ejemplo a los adolescentes que tienen definida su sexualidad, y ésta se hace evidente, tal como es el caso de los travestis, que son constantemente atacados por sus compañeros".
La Ley 17.817 establece: "Declárase de interés nacional la lucha contra el racismo, la xenofobia y toda otra forma de discriminación". El artículo primero obliga a nuestro Estado a emprender la lucha contra todo tipo de discriminación. El artículo 2 de la Ley 17.817 indica que "se entenderá por discriminación toda distinción, exclusión, restricción, preferencia o ejercicio de violencia física y moral, basada en motivos de raza, color de piel, religión, origen nacional o étnico, discapacidad, aspecto estético, género, orientación e identidad sexual, que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública".
Publicado en el diario La República del 20 de mayo de 2010.
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Matías Rótulo.