Por Matías Rótulo "(...) la palabra amor de los bufones, (...) la palabra amor de los sin palabras" (Elías Uriarte, "La palabra amor del rey") Gritó. Lloró. Pataleó. Forcejeó. El reloj dio a luz. Son las diez de la noche. Le dolió el vientre. Dolor de vacío. Dolo que no duele. La vio enchastrada y desnuda. Vestida de mundo y placenta. Tenía un jopo y varios colores. Parecía una bufona. La madre rió, rió del llanto, llanto que no se llora. Se abrazaron, y la bufona conoció la piel, la piel ajena, la piel de afuera. Hubo silencio, y tuvo un nombre, vio la luz, la luz que no se ve. Acariciándose un "te amo" quedaron sin palabras. Después pataleó, y lloró y pidió leche y se durmió pariendo un sueño, el de la vida.