Alberto Silva en su programa de radio llama a las
personas por su nombre, pero es redundante al anteponer un artículo cada vez que lo hace. En vez de decir “Matías” dice “el Matías”. Lo mismo ocurre con el libro que Silva
publicó junto a Mariana Albistur con un título redundante. Un título que es un
lugar común: “El futuro es ahora” y más redundante es su subtítulo: “Más de 100
talleres de Educación Popular y Derechos Humanos”.
Por Matías Rótulo (publicado el 20/6/13 en Voces)
Significado 1 de
“Redundancia” según la RAE*: “Sobra o demasiada abundancia de cualquier cosa o en
cualquier línea”
El
libro recoge la experiencia educativa llevada adelante por la educadora y el
periodista reconocido por su termo y mate en televisión: una redundancia de su
vida como comunicador con un programa a cuestas llamado Amargueando.
La
propuesta de Educación Popular y Derechos Humanos que realiza Silva junto a
Albistur a nivel nacional permite un acercamiento de la sociedad a los Derechos
Humanos desde distintas actividades en talleres públicos. Dichos talleres se
realizan de manera coordinada y con una temática específica partiendo –claro
está-, en la necesidad de concretar una tarea participativa y reflexiva. El
resumen de estos diez años de trabajo es recogido en el libro editado por Letraeñe.
La
redundancia primera está en que el libro recoge la historia de una experiencia
pasada, con recortes de prensa del pasado, tras cien talleres educativos en
todo el país. Es redundante, muy redundante. Un festejo a la década de trabajo.
Un festejo redundante, porque ellos mismos, autores del libro y creadores de la
propuesta educativa festejan su éxito.
Lo
más redundante, -ya lo dije-, es el título por ser un lugar común. De todas
formas, criticar un libro en un diario y/o semanario diciendo que está cargado
de “lugares comunes” es un lugar común por parte de los periodistas críticos de
libros en todos los medios escritos de la actualidad. Asumo mi lugar común.
Lo
otro redundante del libro es el subtítulo. ¿Por qué a Silva y Albistur se les
ocurre hacer “educación popular”? ¿Nuestra educación no es popular? ¿Hemos
perdido el rumbo de Varela con una escuela popular? Peor aún ¿Por qué los
Derechos Humanos están en relación a la educación como una propuesta
diferenciada siendo que uno de los principios de nuestra educación es el de los
Derechos Humanos?
Dice
una de las comentaristas al libro “Auguro
que este libro se convertirá en un manual imprescindible para todos aquellos
que trabajen en educación de Derechos Humanos” (María Elena Martínez
Salgueiro, pág. 16). ¿Todos se pusieron de acuerdo con los autores para ser
redundantes? ¿Quién trabaja en Uruguay
en educación alejado de los Derechos Humanos?
¿Los hay?
Significado 2 de
“Redundancia” según la RAE: Repetición
o uso excesivo de una palabra o concepto”.
Louis
Althusser planteó que la educación es uno de los aparatos ideológicos del
Estado. Por eso, a la hora de plantear una educación basada en los Derechos
Humanos, en particular en el Derecho Humano de saber lo que ocurrió en nuestro
pasado reciente, algunos ideólogos del Estado se opusieron. Que Silva y
Albistur, desde la educación “no formal” planteen un trabajo redundante al
respecto no es un error sino un aporte que se convierte en crítica a una
posible falta de atención y profundización en el tema de los Derechos Humanos
en la educación formal. La crítica radica desde los receptores del libro y los
receptores del trabajo de ambos en cada uno de los talleres que convocan a
miles de personas desde 2003 en todo el país. Desde el punto de vista de los
receptores del libro notamos que la sistematización de la información sobre los
talleres realizados en todo el país, además de ser un aporte en sí mismo como
elemento de reflexión, es de las pocas sistematizaciones sobre la tarea
educativa en relación a los Derechos Humanos en Uruguay. Es cierto que la tarea
del aula queda en el aula (aunque sale de ella con los estudiantes y su
inserción social) pero ¿Qué información tenemos al respecto desde los organismos
estatales de educación sobre lo hecho en materia de Derechos Humanos en
nuestras escuelas, universidades, liceos y centros de formación profesional?
Esos organismos que como entes autónomos e instituciones privadas se encargan
de educar (según la Ley de Educación vigente)
en Derechos Humanos, no recogen las decenas de experiencias de los centros
educativos oficiales que bien serviría para mostrarle a la sociedad que hay una
preocupación que parte desde el alumnado y docentes por estas temáticas. ¿O todo
quedó en el debate público sobre la historia reciente y educación sexual, y
después de ahí ya nada importa, una vez que se logró la instrumentación de
estos temas en los planes oficiales?
Significado 3 de
“Redundancia” según la RAE: “Cierta
repetición de la información contenida en un mensaje, que permite, a pesar de
la pérdida de una parte de este, reconstruir su contenido”.
La
segunda crítica, entendiendo crítica como un trabajo reflexivo de aporte
intelectual se da desde los participantes de los talleres. Ellos reflexionan
sobre los Derechos Humanos, critican de manera reflexiva su propia historia y
presente y realizan nuevos aportes que enriquece a todos los participantes. El
libro recoge aportes de esos talleristas: “Washington
tiene un recuerdo grabado de sus nueve años. Su padre guardaba celosamente
revistas sindicales de la Fábrica en donde él trabajaba” explica uno de los
pasajes del libro. Lo redundante a
partir de ahí está en el propio Washington, en su recuerdo del pasado y cómo él
logró reconstruirlo en una de las actividades. Es redundante para él y para
todos los que lo vivieron ¿Cuántos tendrán recuerdos similares? Es redundante
entonces para todos. Para los que leemos el libro y para los que participaron
de los talleres ¿Está mal ser redundante? Ser redundantes, en este caso es no olvidar
y reconstruir nuevos significados. Es para que los que no vivimos esas
situaciones las asumamos como parte de nuestra propia identidad del pasado.
Si
el título del libro es El futuro es ahora,
debería agregársele “el pasado también es ahora” ya que la línea del tiempo
pensada desde un hoy hacía un mañana no sería posible si no se piensa desde un
hoy hacía un ayer.
Juan
Raúl Ferreira, otro comentarista de la publicación también se dio cuenta del
asunto de la reiteración ya que afirma que el libro “construye saberes desde la
experiencia particular y colectiva”. La educación es un trabajo redundante
donde las generaciones (diría Durkheim) se van transmitiendo información unas a
otras, de ida y vuelta.
Silva
y Albistur intentan sumar militantes a una causa que no debería tener colores
políticos partidarios, raza, religión, sexo, clase social: la causa de los
Derechos Humanos (viva ese lugar común, si algún día se concreta).
Es
que la idea del Alberto y la Mariana es una idea militante, por
una educación militante, lo cual es una redundancia ya que ¿Hay algún educador,
profesor o maestro que no sea militante?
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Matías Rótulo.