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Sé lo que viste y una cuestión de bananas

ESA CAJA BOBA QUE NOS TRATA COMO  IDIOTAS


Leonardo y Álvaro en Canal 4 son los protagonistas de “Sé lo que viste” en versión estival. Para hacer un programa de televisión de “verano” es importante: decir que es de verano con énfasis y música playera de fondo, mostrar sol, arena, y agua, trasladar todo lo que se hace en invierno al calor de un estudio para que se cocine al sol en Punta del Este, y no pueden faltar las imágenes de mujeres y hombres sin cara. Con culo pero sin cara. ¿Me entiende? La televisión en verano no muestra caras, muestra culos.

por matías rótulo (Voces 20-2-14)

Si le agregamos al asunto un poco de humor… bueno, entonces no estaríamos hablando ahora de “Sé lo que viste”. Últimamente, para hacer “buen humor”, parece que hay que asumir dos elementos esenciales: si yo soy humorista y no me tiento de risa con mi propio chiste antes de hacerlo, o mientras lo hago, o después de hacerlo, no puedo ser humorista.
Ese es el estilo de Leonardo Pacella que con Los Chobys (su conjunto de humoristas) ha logrado imponer. Es la forma de hacer humor con “la tentada” y la improvisación, como si el humor le naciera de los poros y no del libreto. Pacella se tienta e improvisa con una predisposición y perfección tal que uno diría que es hasta ensayado.

El chiste es un texto literario que pretende generar un efecto inmediato en el otro: el de la risa. Pero si los que se ríen son los humoristas y no el receptor del chiste, -es decir el público-, el chiste pierde su efecto, pierde su esencia.
En “Sé lo que viste” Leonardo y Álvaro Navia gozan, disfrutan, se tientan e improvisan, se manifiestan humorísticamente pero entre sólo ellos, dejando al público ajeno a la diversión. Si usted lo mira y no se ríe joróbese.


Los tópicos del humor de “Sé lo que viste” son: la homosexualidad, la homosexualidad, la homosexualidad y la homosexualidad. La primera se diferencia de la segunda en lo mismo que la tercera de la cuarta y la quinta. Si, ya sé que no hay quinta, pero de haberlo sería “la homosexualidad”.
El tipo de chiste más “elegante” que hacen durante el programa es asociar cualquier símbolo fálico (una banana por ejemplo) con la posible homosexualidad del otro. Basta con mencionar “banana” para que ellos improvisen una mirada pícara a la cámara insinuando que el otro es homosexual. Añaden la aparición de varias mujeres hermosas para marcar ese humor de machote oriental, o un personaje femenino donde lo importante es destacar su fealdad, para resaltar el estereotipo de belleza que nos gusta a los machotes orientales.
Los actos de “humor” transitan con pasmosa simpleza y un doble sentido ya sin sentido, un sentido que se desgasta con la extenuante repetición de lo antes mencionado: el doble sentido referente a la homosexualidad o el machismo.
En esta corta columna (Álvaro y Leonardo asociarían lo largo de la “columna” con mi masculinidad), no quiero tratar a nadie como “banana” (Álvaro y Leonardo asociarían el histórico símbolo fálico de la banana con mi posible homosexualidad al mencionarlo), pero también tengo que decir lo que pienso. Pienso, al ver a los monos del zoológico haciendo monadas degustando una banana, que son graciosos. Pero no puedo evitar pensar en temas tales como la evolución del hombre mientras observo a los simios. Con un mono me puedo reír un momento, pero no mucho más, porque el humor evolucionó y nos diferencia esa facultad de pensar… Con “Sé lo que viste” sólo me quedo a nivel de la gracia del mono con la banana. El pensamiento personal que puede venir después de la gracia (del chiste) se evapora. Habrá quienes dicen que la gente se quiere reír y “no pensar”, como si la risa y el chiste no surgieran tras un acto del pensamiento complejo y abstracto.
Pero hubo una vez un humor televisivo que parodió la idiosincrasia uruguaya, un humor que utilizaba la ironía haciendo cómplice al público que se reflejaba de aquel humor identificable como propio, y que se centraba en la sátira para dejar un mensaje, incluso de alto contenido político (político en todo su término). ¿Por qué tiene tanto éxito el Carnaval siendo que es el reflejo del humor que permite al espectador un proceso de pensamiento más allá del primer efecto de la risa?
Pero parece que algunos humoristas de televisión sólo pueden pensar en la banana… como si los espectadores fuéramos monos.



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