Los
amantes del fútbol, tal vez sin saberlo, sienten la misma emoción que el lector
de alguna novela donde el héroe debe atravesar por distintas circunstancias
penosas hasta alcanzar su éxito. En muchos casos, los héroes no llegan a
concretar su victoria y mueren o abandonan antes su lucha y es allí donde la
tragedia se concreta como tal.
Por Matías Rótulo
No se amargue tanto con la Selección Uruguaya.
Sienta la situación actual dede la selección casi afuera de un Mundial como si fuera una ficción donde el héroe está en una
situación límite entre la vida y la muerte y a último momento logra zafarse.
¿Algunos no ven al fútbol como un arte? Piense en las veces que Batman, atado
de pies y manos y a punto de ser asesinado por el Pingüino podía salirse de esa
situación y terminar victorioso. En la ficción es posible, y en la vida también.
Vladímir Propp, teórico de la literatura que vivió
entre la Rusia zarista y la URSS (nació en 1895 y murió en 1970) analizó los
elementos que componían la narración tradicional de su país. Entre sus análisis
se destaca el estudio particular de la construcción de las figuras literarias
de los héroes, y las peripecias que estos debían atravesar para concretar (o no)
la victoria. Propp determinó que el héroe debía realizar un viaje de
alejamiento y retorno, expulsado para volver victorioso. En el caso del fútbol,
hay un viaje al Mundial y un posterior retorno aunque no sabemos si victorioso.
Dicho sea de paso, hoy 19 de junio, a 250 años del
natalicio de José Artigas, seguramente todos estemos pensando en los héroes
Cavani, Forlán, Suárez y Muslera. Propp hubiera dicho que el héroe Artigas se
quedó a medio camino de su viaje, en el Paraguay donde murió alejado de su
tierra y alejado también como modelo de una época donde un futbolista es más
ejemplo que un luchador de intereses generales.
Propp plantea sobre el héroe:
1)
Uno de los miembros de la familia se
aleja: por ejemplo Sebastián Bauzá que hace poco dejó a la fuerza su
presidencia en la AUF. Artigas también se alejó. Ambos tienen su leyenda negra
construida por quienes se quedaron en el lugar (Uruguay y la AUF
respectivamente).
2)
Se prohíbe al héroe. ¿Vieron cómo
nadie habla desde adentro de la Selección sobre este asunto? De la misma forma,
nuestro héroe Artigas no pudo volver, se lo prohibió durante años, hasta que
fue retomado como figura patriótica años después de su fallecimiento.
3)
Comienza a aparecer el antagonista,
es de decir, el contrario del héroe. Nuestro héroe es Uruguay y nuestro
antagonista es Inglaterra. Rivera podría ser el antagonista de Artigas. ¿No?
4)
El antagonista es informado sobre la
situación de la víctima. Menos mal que el maestro Tabárez no dio datos de
juego tal como lo hizo con el antagonista (victorioso) anterior llamado Costa
Rica. De hecho, Lugano se quejó hace pocos días por la filtración de
información desde la concentración.
5)
El
antagonista engaña al héroe para derrotarlo. Hay que tener cuidado con las jugadas de
laboratorio: por ejemplo en los tiros libres.
Propp plantea que el
héroe tiene ayudas mágicas, logros increíbles, y prepara su regreso tras su
destierro forzoso. Hoy, ante las circunstancias adversas (que todo héroe debe
atravesar) se espera que algún elemento mágico ayude a los protagonistas para
que puedan concretar el viaje de regreso victorioso.
La descripción del
héroe en los cuentos clásicos rusos es prácticamente la misma si se aplica a
otro tipo de historias heroicas: El Cid es desterrado para volver victorioso
después de conquistar nuevas tierras para el Rey.
Nuestras hazañas
deportivas son siempre en el exterior, por ejemplo en Sudáfrica y Maracaná ¿Por
qué no consideramos una hazaña la victoria de 1930 pero sí la de algunos años
antes en Ámsterdam? Claro, no hubo una salida, el héroe no se movió de casa.
¿Cómo volverán nuestros héroes a su reino? ¿Serán
como aquellos héroes de Sudáfrica o Maracaná? ¿Serán como Artigas, recordado
por alguna hazaña anterior pero virtualmente olvidado y suplantado por otros
héroes?
Cuando leemos un libro hinchamos por el héroe,
queremos que se parezca a nosotros en nuestros ideales, gustos y creencias. Por
eso pensamos que la selección de Sudáfrica se parecía a nosotros como sociedad.
¿Somos solidarios y organizados como aquellos jugadores?
La literatura del futuro decidirá el papel que
jugarán los jugadores celestes. Ya ha decidido sobre el papel de Artigas y acá
estamos, hablando de fútbol.
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Matías Rótulo.