Por Matías Rótulo (publicado en Voces 444)
Wikipedia
es la preferida de los cómodos investigadores, y de los confiados curiosos. Para
sacarme la duda de algo es más fácil entrar a Wikipedia que revisar páginas como la de la Real Academia Española o la Organización
Mundial de la Salud. De hecho, hay una ventaja: para conocer la historia de
los presidentes de argentina, uno debe hacer tres click hasta llegar a ellos en
el sitio web de la Presidencia de aquel país, y en Wikipedia realiza dos menos. ¡Es muy ventajoso!
Wikipedia
es una construcción colectiva sin fines de lucro y bien intencionada (eso se
dice). Hace pocas semanas, se difundió la noticia sobre la posible prohibición
de editar contenido en el sitio ya que se han alterado datos con fines
agresivos. Diego Cánepa, -prosecretario de la Presidencia de la República-,
sufrió en carne propia este tipo de ataques anónimos al ser insultado en su
perfil de Wikipedia meses atrás.
Wikipedia
es una enciclopedia donde hay información sobre biología, geografía, arte,
política, minería, economía y cocina. También la había en la Gran Enciclopedia Británica. ¿Se imagina
a Cánepa entre las páginas de los enormes volúmenes del saber mundial? Pero sí
está en Wikipedia.
Los ataques a este sitio
solidario pusieron en duda la fiabilidad de la herramienta, donde cualquier
usuario registrado puede modificar su contenido. De hecho, ni bien se difunde
la muerte de un famoso, comienza la carrera de usuarios para agregar
rápidamente la fecha y lugar de fallecimiento.
Los “editores” tienen
la posibilidad de reclamar el uso de fuentes en la información vertida por
otros “editores”. Si ese usuario considera que lo escrito por otro no es
correcto, puede borrarlo y agregar lo suyo. Algo así como un método científico
llevado adelante en la mesa de un bar de chivitos en el centro, entre cuatro
amigos que conversan de la mitocondria. La ventaja de la mesa del bar es que
los hablantes se pueden conocer unos a otros, en Wikipedia todo se hace detrás de los muros del anonimato.
Wikipedia
no
pretende ser –creo-, una tesis de grado, sino una especie de enciclopedia
general y colectiva, donde cualquier hijo de vecino aporta algo: como en la
feria del domingo. El problema es que muchas veces la información de Wikipedia no genera las garantías
necesarias.
Tuvo que suceder lo del
ataque a personalidades de todo el mundo (y nótese que incluyo a Cánepa como
personalidad mundial) para que dudáramos de Wikipedia.
En el mundo del saber, -no
impoluto, no inefable-, cualquier investigación requiere citas adecuadas,
autores detectados y controles de calidad (a veces no muy eficientes, es
cierto).
En sitios de
construcción de información colectiva como
Wikipedia, las notas bibliográficas al pie de página que dan cuenta del
origen de la información son –a veces-, simplemente artículos en blogs, hechos
por usuarios que emitieron alguna que otra opinión, y que a su vez no tienen el
respaldo de otras fuentes.
Escriba “Palestina” en Wikipedia y descubra cómo la
información sale de una sola fuente, y cómo contiene ciertas citas
bibliográficas de cuestionada fiabilidad. Entre y hágase del bando enemigo a
Palestina de inmediato.
La literatura
wikipédica está más que difundida y defendida por muchos docentes. De hecho, en
instituciones educativas públicas uruguayas (terciarias) se promueven cursos de
utilización de Wikipedia para el
aula. No me referiré a estos cursos ya que no los voy a realizar. Pero no
debemos sorprendernos cuando los estudiantes llevan a sus docentes información
recogida de Wikipedia o de sitios
similares, como por ejemplo “Rincón del vago” (cuyo nombre lo dice todo), que
también permite una construcción social del saber. Ese saber es esquemático, no
revisado o revisado por quién sabe.
Por otro lado, el mundo
científico, ese espacio que parece cada vez más cerrado para el ciudadano
común, con Wikipedia se abre al
cibernauta y le hace creer que es un poco protagonista de la cosa, ya que puede
generar “conocimiento”. No genera nada, simplemente copia algo de otro y listo.
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Matías Rótulo.