Voltaire París, 21 de noviembre de 1694 – ibídem, 30 de mayo de 1778 |
Por Matías Rótulo
Kant no responde a la pregunta “¿Qué es la ilustración?” Responde
cómo la Ilustración puede influir en el pensamiento del hombre y sobre cuál es
el fin de la Ilustración. Responde también sobre el ideal de la Ilustración, lo
que puede significar “ser ilustrado”, y muestra el objetivo de los referentes
de la ilustración para alcanzarl
Si bien tendemos a determinar las épocas según títulos que sinteticen aquellas formas de pensamiento más representativa en el arte, las ciencias, la historia, la sociedad… tal como: “Renacimiento”, “Modernidad”, etc. ¿Ocupa la ilustración un espacio en la lista de títulos de épocas? Kant nos dice que en su época (siglo XVIII) existe la Ilustración, pero no que su época sea la Ilustración. “Si se nos preguntara ¿vivimos ahora en una época ilustrada? responderíamos que no, pero sí en una época de ilustración” afirma Kant. Aún (en su época) no se ha alcanzado el ideal ilustrado.
Si bien tendemos a determinar las épocas según títulos que sinteticen aquellas formas de pensamiento más representativa en el arte, las ciencias, la historia, la sociedad… tal como: “Renacimiento”, “Modernidad”, etc. ¿Ocupa la ilustración un espacio en la lista de títulos de épocas? Kant nos dice que en su época (siglo XVIII) existe la Ilustración, pero no que su época sea la Ilustración. “Si se nos preguntara ¿vivimos ahora en una época ilustrada? responderíamos que no, pero sí en una época de ilustración” afirma Kant. Aún (en su época) no se ha alcanzado el ideal ilustrado.
La pregunta que debemos
plantearnos también es en qué radica la existencia de la Ilustración como tal,
si es que en realidad hay lugar para la existencia de algo sin
sustancia y que se posiciona solamente en el campo de las ideas?
Kant se ocupa de
responder cómo el hombre debe posicionarse frente al conocimiento.
Un conocimiento que debe llegar mediante, ya no la imposición, sino la
iniciativa del hombre por saber más, el estudio y el ideal de independencia que
plantea la Ilustración. He aquí que explica: “la minoría de edad
estriba en la incapacidad de servirse del propio entendimiento, sin la
dirección de otro”. Da una respuesta desde la ilustración (no a lo qué
es la Ilustración) planteando un nuevo problema: “¿Qué es la minoría de edad?”
La ilustración es una
respuesta en sí, no a lo que es la minoría de edad, sino a cómo salir de ella.
Cómo dejar de ser “dependiente”. Una respuesta que el hombre –para Kant-, debe
buscar por sí mismo. Además expresa “uno mismo es culpable de esta
minoría de edad cuando la causa yace en un defecto de entendimiento, sino en la
falta de decisión y ánimo para servirse con independencia”.
Voltaire, en la primera
carta filosófica, al inicio mismo señala “he creído que la doctrina y
la historia de un pueblo tan extraordinario merecerían la curiosidad de un
hombre razonable” (Voltaire – 1993). El autor se refería a los
cuáqueros. Explica “para instruirme, he ido a encontrar a uno de los
más célebres cuáqueros…” Aquí tenemos su intento de salida de la
minoría de edad. Aquí se aplica una respuesta ilustrada. Allí está el ilustrado
Voltaire proclamando su independencia. ¿Qué independencia? La de “servirte
de tu propio entendimiento”, la que es, -según Kant- “la
divisa de la ilustración”.
Kant se pone de un lado
de la filosofía. La estudia, y observa su entorno. Distingue a los hombres
según la premisa ilustrada. “La mayoría de los hombres, a
pesar de que la naturaleza los ha librado desde tiempo atrás de conducción
ajena (naturaliter maiorennes), permanecen con gusto bajo ella a lo largo de la
vida, debido a la pereza y la cobardía”.
Ser “ilustrado” es
pensar. Pensar por uno mismo. Una posibilidad que está dada a cada hombre
individualmente. Dice Kant: “los grillos que atan a la persistente
minoría de edad están dados por reglamentos y fórmulas: instrumentos mecánicos
de un uso racional, o mejor de un abuso de sus dotes naturales”.
La Ilustración es un
estado para alcanzar. Un estado que se alcanza con la libertad del pensamiento
sin restricciones. Se lee en la respuesta de Kant “el oficial dice: ¡no
razones, adiéstrate! El financista: ¡no razones y paga! El pastor: ¡no razones,
ten fe! (Un único señor dice en el mundo: ¡razonad todo lo que queráis
y sobre lo que queráis, pero obedeced!) Por todos lados, pues, encontramos
limitaciones de la libertad” (subrayado nuestro). Pues las
restricciones deben darse no en el uso público de la razón, el cual
implica un uso sin restricciones, en contrapartida al uso privado de la razón
donde se da la limitación, por ejemplo, en el caso de quienes realizan tareas
que deben obedecer órdenes. “El uso privado, en
cambio, ha de ser con frecuencia severamente limitado, sin que se obstaculice
de un modo particular el progreso de la ilustración”, sostiene Kant.
Kant, Voltaire y demás
ilustrados se encaminan a proclamar la independencia del hombre frente al
conocimiento extraño, sobrenatural, o milagroso (imperante hasta la época),
fomentando el uso de la razón, y la lógica para en definitiva, depender menos
de aquellos conocimientos dirigidos, y unilaterales en procura de lograr la
libertad. Eso es la Ilustración.
Nosotros estamos muy lejos de ser ilustrados. Sabemos de ilustraciones, de lo que era la Ilustración, pero ¿Hemos llegado a la mayoría de edad?
● KANT, Immanuel. “¿Qué es la Ilustración?”. Tomado
de: http://www.paginasobrefilosofia.com/html/kantpre/textoIlustracion.html
● VOLTAIRE. “Cartas filosóficas”. Ed.Altaya,
Barcelona, 1993.
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Matías Rótulo.