
En Apuntes spinetteanos, nos centramos en este puñado de letras que componen la lírica poética de la canción que le da nombre al disco Ya no mires atrás (2020) de Luis Alberto Spinetta. Una canción que se presentan a sí misma como un imperativo crucial.
Por Matías Rótulo*
Porque desde el título del disco y canción referida, el no mirar atrás es un mandato poético. En la época en la que Spinetta grababa este disco, ahora publicado gracias a su familia, su colega y exsocio artístico, Fito Páez, también pensaba en un disco con título y canción imperativa: Confiá (2010).
Ya no mires atrás, en la segunda persona del singular, solicita la urgencia "ya" de abandonar lo pasado desde una visual que recuerda a la imagen del náufrago, un símil que Dante utiliza en la Divina Comedia (Canto I: Infierno) para mostrarnos al hombre que sufre por su pasado y mira al peligro reciente.
"Ya no mires atrás" es una señal de hartazgo. Pero la negación, la necesidad de no decir se disipa en la misma letra:
"Lo que sueñas y no dices tal vez será la canción, canción
cuando cruces la muralla donde cayó la luz, la luz...
es tan temprano y te aburren las horas
ya no temas a la distancia que te aparta,
te aleja de tus sueños otra vez
ya no mires atrás".
Lo onírico se planta en una zona de realidad consciente. Se dice desde un presente del yo lírico que explica un proceso creativo: el sueño transformado en canción.
El sueño tiene un complemento: la canción creada a partir de la inspiración, el sueño no dicho y ya sabemos que al no decirse el sueño (al no verbalizarlo o escribirlo) aquella realidad o se transforma a cada segundo o se pierde en el olvido del soñador.
Por otro lado, en el segundo verso, hay un parecido en la estructura con la luz repitiéndose al igual que "sueño" en el verso anterior. La coma antecede a la repetición del sustantivo "canción" y "luz" remarcando la idea.
Hay, obviamente una sinestesia, la mezcla de sentidos que forman parte de la experiencia comprensiva. Lo auditivo (propio de una canción pero también de lo escrito en la letra del tema musical) y la luz se conjugan antitéticamente (en oposición) con el aburrido paso del tiempo.
Existe un proceso que va del sueño al despertar, del despertar a la creación artística, y la muralla que aleja la realidad de la no realidad, lo súper-real, el sueño que se aparta en ese momento consciente y por último la necesidad de no alejarse del sueño. Esa muralla, que representaría la dureza de la realidad, se contrasta a su vez con lo fragilidad del sueño, y lo intangible: la luz, la canción, el tiempo.
Cantos de esperanza y vida
Ya no mires atrás, como leitmotiv de la canción (por repetición, particularmente en el final) me recuerda al título del libro de Rubén Darío. No tengo más argumentos que una impresión inicial ni bien escuché la canción.
La canción y su literatura dialoga en los tiempos del emisor:
- su presente enuncia (y anuncia) el pasado de un sueño.
- su sueño provoca una acción futura (el arte).
- el no contemplar los sueños con una intención constructiva, hace que el pasar del tiempo sea poco motivante, duro y lento.
- por eso, el sueño debe ser impulso, y de mirar para atrás, que no sea más que ese provocador de quehacer artístico.
Letra
Lo que sueñas y no dices tal vez será la canción, canción
cuando cruces la muralla donde cayó la luz, la luz...
es tan temprano y te aburren las horas
ya no temas a la distancia que te aparta,
te aleja de tus sueños otra vez
ya no mires atrás.
Lo que sueñas y no dices tal vez será canción
cuando cruces la barrera donde cayó la luz, luz
es tan temprano y te aburren las horas nena
ya no temas a la distancia que te aparta,
te aleja de tus sueños otra vez
pues ya no mires atrás
no mires atrás nena.
Lo que sueñas y no dices tal vez será canción, canción
cuando cruces la barrera donde cayó la luz, la luz
es muy temprano y ya te aburren las horas
ya no temas a la distancia que te aparta,
distancia que te aparta,
te aleja de tus sueños,
te aleja de tus sueños otra vez
pues ya no mires atrás
pues ya no mires atrás
ya no mires atrás
ya no mires atrás.
(*) el autor, si bien es profesor de literatura, escribe este artículo como un pasatiempo a partir de escuchar la canción varias veces en pocas horas. Este artículo fue escrito a horas de publicarse la canción en el disco de Spinetta.
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Matías Rótulo.