Una canción de Spinetta, una película que denuncia el encierro del franquismo y los encierros propios de los régimenes autoritarios que marcaron la historia reciente.
Por Matías Rótulo (texto)
Gabi Rubi (ilustración)
Gisselle Tapia (cover)
Todavía recuerdo la impresión que me generó de niño la película La cabina de Antonio Mercero (disponible en Youtube haciendo click aquí). Una noche, allá por los años ochenta la emitió Canal 4 de Montevideo (Uruguay) como un filme de terror. La película, un cortometraje producido por la Televisión Española se emitió España en 1972, mientras la dictadura de Francisco Franco dominaba el encierro de los españoles. De la misma forma era dominado el encierro de ese hombre que sin una razón aparente se quedaba adentro de la cabina telefónica, atrapado, paradójicamente incomunicado, siendo parte del espectáculo público de la gente que miraba cómo se hacía cada vez más imposible verlo salir de su cárcel.
Mientras esa
película se filmaba, en América Latina se preparaba un plan siniestro, que iba
a hacer conocer a esta parte del mundo, de qué se trataba ese encierro que
quería representar Mercero en su película.
Se explica en el
libro Buenos Aires y el rock de Adriana
Franco, Gabriela Franco y Darío Calderón (1):
El rock
argentino (la música popular uruguaya también), no quiere escaparse, sino ser
el punto de partida de un escape necesario, tras varios años de Dictadura en la
cual, tal como culmina la canción de Spinetta: “Usualmente...
sólo flotan cuerpos a esta hora” dejando varios espacios de
interpretación:
a) la lineal surgida a partir de asesinatos que terminaron en
acciones compartidas entre Uruguay y Argentina (Plan Cóndor), donde el Río de la Plata se convirtió en un
cementerio de desaparecidos,
b) aquellos cuerpos olvidados del derecho por un
régimen (no nos olvidemos de los regímenes chileno, panameño, paraguayo, etc.),
que le quitó a las sociedades su esencia democrática. Si ya no hay voz, no hay
más que cuerpos interactuando por instinto en un mundo que no escucha al otro,
pues la voz es lo que nos diferencia del resto de los animales (la voz surgida
del razonamiento).
Ironía
para el escape
El
blog http://pequenasanecdotasylevesinstrucciones.blogspot.com,
cita a Spinetta:
"La ironía me sirvió en una época para
enfrentar una situación muy injusta y poder verter ideas fuera. Ideas para
socavar la falta de fundamento que tienen las injusticias. Una ironía que sea
elegante, porque lo otro era. Directamente, agarrar un revólver” (2).
En
tal sentido el articulista explica:
“No siempre surgen ironías de
muchas cosas. ¿Eh? Pero inclusive en letras muy sutiles como 'Resumen porteño'
encontrás algunas. 'Águeda baila, baila y se cae y no adelgaza nunca. Los
psicoanalistas la están usando y dicen que no hay caso ya. ¿Será por su mejilla
verde?' Generalmente hay un dejo de ironía en todo eso. O 'Cacho está muerto...
muerto de risa', porque es un gilastro que va a pescar a la Costanera como un
idiota y no se da cuenta de que está pescando un cadáver" (3).
Aquel
encierro de la película La Cabina es
el encierro de la censura, la represión y la no libertad que aflige a la
sociedad y donde el arte tiene dos caminos: aliarse al silencio o pelear contra
él desde el mensaje cifrado, aunque no cerrado para el público. Así como Cacho
pesca un cadáver, el hombre de la cabina telefónica entra a comunicarse con alguien
y cierra la puerta para mantener la privacidad, aunque si hay algo que no
proporciona la dictadura es justamente privacidad, pues se invade al otro, se
interfieren sus comunicaciones, sus ideas y su vida, hasta que se termina
invadiendo el cuerpo físico mediante la tortura y el asesinato.
El hombre de la multitud
“Resumen
Porteño”
está incluida en Bajo Belgrano, obra
que generalmente se la relaciona con un espíritu localista, cito in extenso a
José Miccio ya que bien vale la pena su análisis al respecto de Bajo Belgrano y
la canción “Resumen Porteño” (4):
“Elementos urbanos se
suceden en ‘Canción de Bajo Belgrano’, una mirada fragmentaria (o de
caleidoscopio, como dice la canción) que recupera el motivo del hombre solo en
la multitud. ‘Maribel se durmió’, por su parte, es uno de esos desafíos vocales
que cada tanto Spinetta se pone a sí mismo; no dice nada que pueda relacionarse
con las Madres sin la ayuda de algún paratexto pero la dedicatoria es,
igualmente, un indicador de su relativamente nuevo interés por el espacio
público. Sin embargo, el tema más importante del disco es ‘Resumen porteño’.
Como en ‘Era de Uranio’, Spinetta trabaja aquí con tres personajes, pero
mientras unos se mueven en territorios más bien oníricos, los otros lo hacen en
contextos cotidianos. El mandarín, la vieja bailarina absurda y el cantautor se
oponen de manera clara a Cacho, Águeda y Ricky, preocupados por asuntos como la
colimba, la dieta y la pesca. El mismo título señala esta diferencia: se trata
de un resumen y por lo tanto de una parte de la totalidad que se cree
representativa. Por supuesto, el pacto realista que la canción solicita no
carece de inconvenientes, pero es evidente que Spinetta sale de su acostumbrado
espacio poético. La canción concluye con el afectado estiramiento de las
últimas vocales de una frase muy afortunada: ‘Usualmente / solo flotan cuerpos
a esta hora”. Ese ‘usualmente’, que vuelve rutinario lo que debería ser
extraño, es otro adverbio exacto”.
La
mención de Miccio sobre “el hombre de la multitud” nos retrotrae a Edgard Allan
Poe y su cuento así titulado:
“Dicha calle es una de las principales avenidas de la ciudad, y durante todo el día
había transitado por ella una densa multitud. Al acercarse la noche, la
afluencia aumentó, y cuando se encendieron las lámparas pudo verse una doble y
continua corriente de transeúntes pasando presurosos ante la puerta. Nunca me
había hallado a esa hora en el café, y el tumultuoso mar de cabezas humanas me
llenó de una emoción deliciosamente nueva. Terminé por despreocuparme de lo que
ocurría adentro y me absorbí en la contemplación de la escena exterior”.
¿No
es esta buena parte de la esencia de la canción “Resumen Porteño”? La
despreocupación de Ricky por ya no tocar un libro es la preocupación que tiene
en “zafarse”. Ricky forma parte de una multitud despreocupada pero atrapada a
la vez en la escena exterior de un mundo que comprime que no permite que la multitud
se sostenga a sí misma:
“Agueda
baila
baila y se cae
y no adelgaza nunca.
Los psicoanalistas
la están usando
y dicen que ya no hay caso ya
(¿Será por su mejilla verde?)”
baila y se cae
y no adelgaza nunca.
Los psicoanalistas
la están usando
y dicen que ya no hay caso ya
(¿Será por su mejilla verde?)”
El
mundo exterior mira al sujeto como un espectáculo, tal como en la película La Cabina donde el público se agolpa
alrededor de la desgracia del hombre. El hombre encerrado en la cabina no está
menos encerrado que el público de afuera, donde siempre queda la duda.
“Y
esto siempre se da,
nadie vibrará su desconsuelo
sólo está feliz en los conciertos
y siempre se la llevan detenida
como a un ángel”
nadie vibrará su desconsuelo
sólo está feliz en los conciertos
y siempre se la llevan detenida
como a un ángel”
La
misma duda se manifiesta como una angustia en la canción de Spinetta, porque
hay un mundo exterior y lejano, mas no así invisible ni conspiratorio ya
que se deja ver y sus intenciones son
claras:
“Y
en el infierno inflacionario
y entre los líderes del mundo
tu corazón se abrirá... tal vez”
y entre los líderes del mundo
tu corazón se abrirá... tal vez”
El “tal vez” está
depositada toda la angustia de los “personajes”
que transitan con sus historias por la canción.
El malestar de la cultura
Sygmund
Freud (5) planteó que la angustia del hombre de una de las angustias de la
cultura era la de no poder controlar la naturaleza como fuerza, pero
particularmente a la sociedad, siendo que la sociedad es producto de los
propios hombres. En El Malestar de la
cultura explica que uno de los caminos para sobrellevar la angustia es la
creación de cultura, obras de arte, o narcotizarnos.
Las
historias que cuenta “Resumen Porteño” padecen el malestar de un momento, el
desánimo de la violencia y de la guerra. A Ricky le tocó Marina, Agueda baila y
se cae, y el primero toma pastillas para zafar, y la segunda consulta al
psicoanalista pero no obtiene respuestas.
La
única forma de superar la angustia es la del escape, en el cual se incluye “poner
pilar nuevas para el walkman”, es decir, recargar la posibilidad de repetir y
repetir siempre la misma canción (“y un casette de días, y días, y días...”,
la de vivir de manera íntima una experiencia que ya no es íntima sino de toda
una sociedad que como bien planteó Poe (y antes Baudelaire), dejó aislado al
sujeto entre tanta multitud. Ricky escucha el walkman pero no quiere que le
digan nada, pues ¿Quién tiene algo para decir, en una ciudad donde no se puede
decir? El Walkman es el aislamiento del sonido, la ciudad se pierde debajo de
la música, la música se pierde del resto de la ciudad. La experiencia
compartida de la cultura ahora es individualizada.
Queremos estar presos en la cabina
¿No
quisiéramos estar encerrados en la cabina telefónica? Esa fue la experiencia
que nos dejó el Resumen ya no solamente porteño, sino el de la modernidad
afectada por la multitud yendo como masa amorfa hacía un mismo lugar. Estamos
encerrados en la cabina telefónica cada día, caminando como Cacho pescando
bolsas en el río, pero nosotros hablando con quién sabe quién sin mirar al
costado. En la calle se ve a las personas caminando juntas, cada una con sus
auriculares, tratando de zafar ya no de un modelo político sino del otro. “Resumen
Porteño” es el resumen de Buenos Aires, Maldonado, Montevideo, Londres, Pekín, Rosario,
La Paz…
NOTAS
- Franco, Adriana y otros. Buenos Aires y el rock. Gobierno de la Ciudad de Buenos: Buenos Aires, 2006. Impreso.
- Anónimo. “Pequeño Spinetta ilustrado”. Publicado el 4 de setiembre de 2010. Visto el 10 de agosto de 2013 en: http://pequenasanecdotasylevesinstrucciones.blogspot.com/2010/09/pequeno-spinetta-ilustrado.html.
- Ídem.
- En "Notas sobre el rock argentino en democracia, parte 1", publicada en el número 18 de revista La otra. Tomado de http://tallerlaotra.blogspot.com/2009/11/spinetta-y-las-bandas-eternas.html
- Freud, Zygmund. El Malestar en la cultura. Alianza: Madrid, 2010. Impreso
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Matías Rótulo.