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El lado oculto del desfile de Llamadas

Hay un circuito paralelo al oficial en el desfile de llamadas. Entre peajes, tortas fritas, baños improvisados dentro de casas, bebidas alcohólicas rebajadas y vendidas a quien las pida sin preguntar la edad, Pasta Base, y familia, se escuchan los tambores tronar a lo lejos. Mientras por allá, donde se puede,  algunos se hacen el manguito del mes honradamente, otros buscan la trampa para conseguir algo. También hay familias que cuidan que el barrio no se vea afectado por personas que ajenas a él, van a hacer “su mango” a mangazos. Por Matías Rótulo (publicado el 7/2/2013 en Voces)  Ser periodista o turista tiene sus desventajas en las calles más cercanas a la rambla Sur los días de las Llamadas: los segundos se pierden y son robados en algunas de las calles (no todos, pero sí hubo algún que otro caso tanto el jueves como el domingo). Tal como aclara Pablo, uno de los habitantes del Barrio Sur, templo abierto del tambor, “esto no es del barrio, sino que vienen de afuera. Acá

Ulises es el hazmerreir de las letras irlandesas

Las letras irlandesas serán el hazmerreir del mundo entero, sino es que antes de eso pasen al más profundo de los olvidos, dice el crítico ficcional de Desde lo pisado que se va hasta 1920 para analizar la obra del irlandés.  Por  Маттиас Rotulovic (crítico de la década de 1920) * Este escritor llamado Joyce, James Joyce, célebre por haber deslumbrado a los irlandeses y a buena parte de Europa con Dublineses (Dubliners, en inglés), publicada en 1914, ahora nos deja de su pluma inentendible el coito literario, no el niño nacido. Ulises no tiene más que pensamientos entreverados, nostalgias irlandesas y errores conceptuales: ¿Cuál es el primero de los errores conceptuales? Que su genio, el genio del escritor, consideró que aquello que recientemente ha explicado al pasar en alguna publicación francesa, lo del “monólogo interior” al ser consultado sobre el objetivo de su publicación, iba a ser considerado de interés. ¿Qué pasará en setenta años, cuando sea 1990, c

La plaza uruguaya

Por Matías Rótulo  Plaza Uruguay - Asunción del Paraguay El bufón se enfermó y la tristeza hizo estragos. Ahí mismo se suicidó el amigo con  el peor delirio de todos: anduvo desnudo girando en la Plaza Independencia. Llegó un policía travesti, y se rió del enfermo y del paralítico. Los Presidentes saludaban con una sonrisa. Los militares taconeaban una marchita infantil. Traca tra, traca tra, turu, turu. Tengo la onomatopeya de una sombra que suena así… ¿Escucharon? Entonces apareció un paraguayo y todos lo miraron sorprendidos, se hizo un silencio, el suicida detuvo su acto y volvió a respirar, el bufón frunció los labios como dudando del momento, los Presidentes hicieron la venia, y los militares pusieron sus dedos en la lanza. El policía se acercó a preguntarle al paraguayo de qué país era: soy paraguayo. Y todos rieron, menos el paraguayo que se arrodilló a gritar y desde arriba se lo vio golpeado por gotas de lluvia que le atravesaron el cráneo. Plaza Independen

Aburriiiiiiido

La Universidad Católica del Uruguay organizó en 2012 un curso para periodistas donde el debate sobre el "aburrimiento" y la necesidad de hacer todas las cosas "divertidas".  Por Matías Rótulo A partir de la nota que escribí ayer sobre la película Whisky y el aburrimiento, recordé este anuncio del año 2012. Resulta que Universidad Católica del Uruguay organizó en 2012 un curso para periodistas.  El curso se llamó  "¿Por qué la economía tiene que ser aburrida? Taller de economía para periodistas".  Me surge la siguiente pregunta, tras el título llamador para el curso: ¿Los periodistas tenemos que divertirnos porque de lo contrario nuestra profesión no puede ser ejercida? ¿La economía es aburrida?  En el mundo actual la cultura del entretenimiento nos domina la idea de que todo "debe ser divertido", "no embolante", porque de lo contrario nos aburrimos y si es aburrido no funciona.  Entonces buscamos (por culpa de los model

Buscando a una mujer desnuda desde la ventana de Neruda

Por Matías Rótulo (texto y fotos) . Diseño  Camila Difilippo  para  Hum Bral  (Publicado el 24 de marzo en  Hum Bra l) Estuve en la habitación de la casa de Neruda. Huele a madera, a mar, a Neruda. Me paré frente a una ventana. Saqué una foto. De pronto vi la piel de una mujer. En una ventana, en la casa gris, había una mujer desnuda. Me miró, y noté que tuvo que ajustar su mirada hacía la ventana de la casa. Así fue como pareció sorprenderle mi presencia. Y cerró la ventana, pasó la cortina de lado y sus senos desaparecieron. Pensé que todo había sido producto de la falta de oxígeno por la escalada a  La Sebastiana  ¿O no? Subir y bajar  A los que están más arriba, parece costarles mucho más llegar a lo alto que los que están abajo. Tanto en lo social como en las escaladas a los más de 25 cerros que componen la ciudad de las casitas que se montan unas a otras, como en una orgía de color, de latas que se superponen, de techos que se aplastan, de formas triang