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Jorge Bolani apoya la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual

El poeta maldito

                                                                              “Urgido por la fatalidad de hacer algo, de poblar de algún modo  el tiempo, quise recordar, en mi sombra, todo lo que sabía”   Jorge Luis Borges en “La escritura del Dios” ( El Aleph ) Internado escribiendo poemas, Luca desistió de enamorarse. Aquello de revelarse, le provocaba una angustia mayor. La bufanda le ahorcó el cuello de metáforas. Las venas se le abrieron de un tajo de anáforas. Luca tenía entonces veinte años. Había malgastado los primeros años de su vida llorando y escupiendo puré de zapallo, bebiendo del seno de su madre.

No oyes contar a Rulfo

La letra que se dice Lo explica, lo cuenta. Lo hace sentir desde su acento y lo hace sentir. Lo cuenta y lo hace sentir porque lo siente. Usted lo oye y no oye ladras los perros. Rulfo, autor del cuento lo cuenta desde su voz y ni siquiera en ese último momento nos ayuda con esa esperanza .  No oyes ladrar los perros          —Tú que vas   allá arriba, Ignacio, dime si no oyes alguna señal de algo o si ves alguna luz en alguna parte.         —No se ve nada.         —Ya debemos estar cerca.         —Sí, pero no se oye nada.         —Mira bien.         —No se ve nada.         —Pobre de ti, Ignacio.         La sombra larga y negra de los hombres siguió moviéndose de arriba abajo, trepándose a las piedras, disminuyendo y creciendo según avanzaba por la orilla del arroyo. Era una sola sombra, tambaleante.         La luna venía saliendo de la tierra, como una llamarada redonda.         —Ya debemos estar llegando a ese pueblo, Ignacio. Tú que llevas las or