ESA CAJA BOBA QUE NOS TRATA COMO IDIOTAS Para ser cómplice de Rafael Villanueva en “Súbete a mi moto” hay que entender el código del barrio o mejor dicho del “rioba”, la picardía de tono sexual que se refleja en el rostro del conductor que mira a la cámara como esperando que del otro lado el televidente le devuelva una mueca amigable. El vivo del barrio tiene un programa de televisión. Los vivos del barrio se construyen a base de diferenciarse con el otro, de distanciarse del otro. “El otro” es inferior por no aceptar los códigos impuestos por los vivos del barrio y el vivo es el sujeto parecido a los estereotipos requeridos por “Súbete a mi moto”. En el Buceo, -más precisamente en la calle Nimes-, el vivo era el que rompía las pelotas, el que se reía de los viejos y los homosexuales, el que trataba a la mujer como un objeto y el que estaba de vago. Algunos eran más vivos por afanar. Así se consentía una escala social de vivos.
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