Por Matías Rótulo para el Semanario Voces (jueves 11 de junio de 2009)
Muchas personas me preguntan (y yo tamEbién) por qué Omar Gutiérrez no tiene su programa de televisión “De Igual a Igual” al aire. El hombre que hace la verdadera televisión uruguaya (y usted me preguntará mis razones para tal afirmación, y yo se las daré), no tiene minutos de televisión en Uruguay. ¿Por qué afirmo que Omar hace la verdadera televisión uruguaya? Aquí doy mis razones:
1. OMAR NO ES CARETA
Tal como sucede en varios programas nacionales, niños patucos que hablan pitucadas matinales, a veces deslizan impresiones y expresiones del “pueblo”, como si fueran del pueblo y después te ponen avisos y recomendaciones en un léxico exclusivo para Punta Carretas, Pocitos o Carrasco, barrios que no quedan ajenos al pueblo, obviamente, pero usted sabe a lo que me refiero. Omar no necesita fingirse del pueblo, pues es un hombre de pueblo. Desde su San José natal a Montevideo hizo apología de lo nuestro, tomó mate y pidió tortas fritas al público. Habló de que la tarde está lindo para “aquello” y todos le entendimos inmediatamente.
2.OMAR NO ES GROSERO, PUES ES
TAN GROSERO COMO NOSOTROS
Omar Gutiérrez a veces sugiere algunas ideas un poco subidas de tono. Pero Omar no tuvo la necesidad de centrar su programa en temas sexuales, aunque no está ajeno a ellos. Si de groserías hablamos tenemos una larga lista de programas que intentan ser groseros por el sólo hecho de pensar que siéndolo, dará algún punto más de rating.
3.OMAR, LA CUMBIA Y LA CULTURA
A Omar se le critica que pasa mucha cumbia y que eso no es cultura. Yo afirmo lo mismo, pero no entraré en cuestiones de cultura porque me debería centrar en temas de consumismos e intenciones comerciales. Algunos conductores seudo culturosos de televisión que sólo pueden hablar de cine estadounidense y música pop, cuestionan y ponen el grito en el cielo y hasta se ríen de Omar en reuniones privadas, en las cuales se habla de él para darle algún premio. Pero se olvidan que Omar le dio la oportunidad al 99% de las bandas de rock nacional que hoy triunfan por ahí. Que pasaron artistas buenos, regulares y malos; que promocionó espectáculos a más no poder. Muchos de estos artistas (más aún las mayores bandas de Uruguay) nunca más aparecieron por sus programas de sábado. ¿Será qué el grito de desesperación no les llega a convencer? Omar apuesta al divertimento sin ocultarlo, sin decir que los sábados hace o (hacía) un programa de fomento cultural. “Cultura”, título impuesto a secciones de medios que sólo hablan del uso de la cultura para el consumo y nada más.
4.OMAR Y EL PERIODISMO
De Igual a Igual supo comprometerse con la causa. Fue a visitar a los viejos de 110 años, viajó a todo el país a mostrar situaciones penosas y de las otras, se entrevistaron políticos y se difundió la cultura nacional y la cultura comercial nacional. Algunos se divertían con “Bola 8” o los chistes de doble sentido, yo no tanto, pero sí me atraían las entrevistas de Omar y su forma tan descarada de no dejar terminar la frase del entrevistado. Informó, comunicó, se peleó con políticos y artistas, divirtió, transmitió cultura. Ninguna de estas condiciones fue vista como “relleno” sino como centro de su programa. Además les habló a los uruguayos sin mentirles, de nosotros mismos, con nuestro lenguaje, aunque a veces no nos gusta vernos, pues preferimos mirar “Bien Despiertos” y la señora pituca que vive para cuidar perros.
5.OMAR Y LO OTRO
Omar fumó al aire y tomó mate. Dos costumbres bien uruguayas. Sobre la primera, aprendió la lección pues casi se muere. Dejó de lado el acartonamiento común de la televisión uruguaya de los ochenta y el cigarro también. Le dio un lugar a la música tropical y a varios comunicadores que hoy triunfan por ahí. Hace tres años dije que el programa de los sábados de Omar no era de mi agrado y de hecho no lo era, ni lo será. Pero sobre gustos… Aquí no digo que De Igual a Igual sea el mejor programa de televisión y de hecho no lo es, pues es mi personal opinión. Sólo digo que es el único que hace la verdadera televisión uruguaya. Los demás, (salvo “Buscadores” y alguno más), muestran una imagen falsa del medio y de nosotros mismos. Omar nunca dice que tiene un programa “espectacular” porque sabe que no lo tiene. No se dedica a la competencia absurda de rating a la cual se dedican otros programas. Dice lo que piensa sin tapujos, y sabe bien de dónde viene y a dónde va. Todos los programas nacionales deberían fijarse en él para no quedar tan ridículos como quedan a diario, haciéndose los sofisticados sin poder esconder que son más “grasas” que las cumbias de los sábados.
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Matías Rótulo.