“En Buenos Aires toca Charly en un boliche planetario, es alto y voluptuoso” Fito Páez (Enemigos íntimos - 1997).
Por Matías Rótulo para el Semanario Voces / 13-08-09
Claro que Charly en el Aire es aburrida si la vemos desde la perspectiva ajena al minuto a minuto. Los ocho capítulos de la serie ya fueron grabados, y están esperando para salir al aire. Es cierto que no vamos a esperar las vueltas que da“Valientes”, donde la trama repetida de los hermanos no hermanos que fornican entre sí con sus hermanas no hermanas no se da en Charly...
En cuanto a la “lentitud” de la serie, me pregunto si en ocho capítulos la misma puede ser lenta. Tiene la obligación de ir a una gran velocidad con una cantidad de motivos que se presentan vertiginosamente (o al menos pasó en los primeros dos capítulos), para completar lo que bien podría darse en 16 capítulos. El nudo de la serie quedó pautado ya en el primero y entre los dos podría describirle -algo que no haré-, una decena de situaciones graciosas, serias, fundamentales en la trama y demás. ¿Se podrá decirle a eso lentitud? Lentitud es las vueltas y vueltas que dan las novelas que nos venden en horario central y que tanto nos encantan. Novelas por demás aburridas, si bien pensamos que son siempre lo mismo: la vieja que se enamora del joven, el rico de la pobre y la viuda del hijastro.
Sobre lo “poco creíble”, ¿dónde queda el pacto ficcional que –en este caso-, un televidente hace con la serie y toma lo irreal como real? ¿Qué es lo poco creíble? ¿Que alguien sea fanático de Charly? Acá estoy yo como un nabo escuchando un disco de él. ¿Es menos creíble que un cura chanta que habla en portugués en una radio que le alquila el espacio, este de Cerrito de la Victoria? ¿Es poco creíble que un flaco esté a punto de perder a su novia? ¿Es poco creíble la gente con problemas de laburo?
¿Malos actores? De tarde tenemos una cantidad de ejemplos de pésimas actuaciones en la televisión, desde informativistas que se hacen los reflexivos para impresionar sobre alguna crónica nocturna, a telenovelas argentinas con pibes cuya única virtud es la de peinarse para el costado los varones y usar remeras de los Pumas, y de ponerse minifalda bien cortas para el bocho de los adultos pervertidos, para el caso de las que hacen las colegialas de 14 años. Claro, nadie dice nada de eso. Como los actores de Charly en el Aire son todos uruguayos, y ya lo que es “uruguayo” está mal por naturaleza, tenemos que decir que es todo una porquería. Cuando tenemos que sacarnos cartel con lo uruguayo, estamos todos ahí. Cuando tenemos que decir que hay que apoyar a lo uruguayo por el sólo hecho de ser uruguayo, también estamos ahí. Algo así como que el sábado de tarde éramos todos hinchas de Chris Namús, y el domingo de mañana afirmamos que es un gran fracaso nacional.
Música de fondo para…
Me han dicho que Charly… está “mal musicalizada” pues “la música es mala porque es de ese ‘falopero’ que no hace más que armar lío”. Entonces ahí es que pienso en “Desarma y Sangra”, “Adela…”, “Viernes 3AM”, o en todo “Cómo conseguir chicas”, “Parte de la Religión” o “Piano Bar”. ¿Usted no conoce esos temas o discos que nombré? Lo lamento, mire Charly en el Aire, aunque sea para entender de lo que hablo.