ESA CAJA BOBA QUE NOS TRATA COMO IDIOTAS
Les robamos el dulce de leche, la Cumparsita, el Sol de la bandera. Casi les robamos un feriado. Les afanamos a Cacho de la Cruz y al hijo de Cacho de la Cruz (ese no fue un robo muy inteligente que digamos). Les robamos a Gardel, lo hicimos de Tacuarembó pero somos tan giles que dejamos que los franceses nos lo robaran a nosotros.
Por Matías Rótulo
Les robamos el formato de un programa matinal cuyo creador ya no está entre nosotros para preguntarse ¿Qué están haciendo con mi creación? Hablo de Jorge Ginzburg, que condujo “Mañanas Informales” en Canal 13 de Argentina. Podría contarles de qué se trataba dicho programa, aunque perfectamente usted puede mirar "Día Perfecto" y descubrir que es una pésima copia, por lo que: sáquele la chabacanería oriental, las improvisaciones, huevos conceptuales, malas propuestas y quédese con la escenografía colorida, y un constante ruidaje conformado por música para alegrar las mañanas, risotadas exageradas, gente que habla sin parar una encima de otra sin escucharse, y ahí tiene un combo de entre Mañanas Informales y Día Perfecto.
Citaré a mi tía Yeya explicándome el programa Día Perfecto, textualmente, en una charla telefónica que tuve el sábado: “¿Viste Día Perfecto para escribir en tu columna? Es un grupo de personas todas divinas, que se juntan de mañana alrededor de una mesa a hablar cosas tan, pero tan interesantes, que yo no sé... es un plato ese muchacho Figueredo que parecía tan serio en el informativo, por no decir con cara de culo… y ese que habla rápido, el de las murgas, el “Tato” o “Tetes”. También está "Juji", que es preciosa, lástima que ya no está más en Parque Jurásico porque parece que la hija de Rada era la dueña de todo... en fin Día Perfecto está mucho mejor que el programa de Omar y de Humberto. Dicen que Humberto ahora está con la Obaldía, sabés algo de eso vos que sos periodista. ¿Tu resequedad de axila bien?”. Dejando atrás a la Tía Yeya, Día Perfecto, es una copia de Mañanas Informales. Aunque al decir verdad, es también una copia del ya desaparecido “Bien Despiertos” ¿Alguien me puede explicar para qué levantaron Bien Despiertos, si en el “renovado” programa de Canal 12 hacen exactamente lo mismo que lo que hacían en Bien Despiertos? Hace un tiempo, este año, escribí en esta misma columna que la intención del Canal era “renovar” y “descontracturar la mañana”. Siendo que Bien Despierto era una manera de “descontracturar la mañana”, tras el ya desconctracturado “Hola Gente” que había nacido con la intención de “descontracturar” -adivinen-, la mañana. Entonces, levantaron Bien Despiertos que se componía de: el inicio pum para arriba, la lectura de los diarios del día (sólo los títulos principales), el título de la noticia más espectacular o impactante como una forma de "editorial" del programa, un móvil de color, una pregunta bien simple como ¿qué opinás de tu suegra?, una o dos entrevistas, la opinión de los conductores sobre cualquier cosa, chistes internos, la repetición del quilombo de Tinelli, el beso de la novela, el móvil desde la productora de Tinelli, la teta de una novela, la propaganda del Emporio de los Sandwiches, y la de Estela Jinchuk. En un cambio de rumbo inesperado, Día Perfecto ahora nos presenta (y lea con atención): TODO LO MISMO.
Asuntos internos
Día Perfecto es como un montón de cosas juntas en un mismo lugar sin -por momentos-, mucha utilidad. No, nadie habló de un basurero. Aunque a medida que pasa el tiempo (y esto dicho con mucho respeto a los conductores, productores y técnicos), los intereses del Canal que los cobija, apunta a que el programa vaya declinando de un intento de ser algo innovador, a ser algo más de lo mismo, primando los intereses de algún director de Canal 12, por encima del interés del público. ¿Eso ya no ocurrió antes en los programas matinales de Canal 12? No alcanza con la simpatía de los conductores, las opiniones sin filtro, y que Alejandro Figueredo (llamado internamente “El Figue”), salga alguna mañana de estas al patio del Canal para ver si llueve. En Día Perfecto, parece ser que el mayor esfuerzo de la producción es el de generar una cantidad de instancias que intentan ser graciosas, divertidas, amenas... y vuelvo a lo mismo: ¿Por qué no dejaron a los conductores de Bien Despiertos y cambiaban la escenografía? En definitiva, no les robamos nada a Argentina. Es mucho peor: simplemente admiramos lo peor que tienen (y esto no significa que Argentina no tenga en su bicentenario una riqueza cultural que atraviesa al Martín Fierro y llega hasta Borges, para citar algo). Entonces nos quedamos con lo más simple de las cosas: el culto de la ignorancia que se hace a partir de la liviandad de las opiniones sin fundamento alguno, algunos episodios de agresiones entre compañeros solapada en "chistes" inocentes, y lo peor de todo que es la subestimación de la ciudadanía que tan sólo puede opinar sobre temas frívolos.
Por Matías Rótulo
Les robamos el formato de un programa matinal cuyo creador ya no está entre nosotros para preguntarse ¿Qué están haciendo con mi creación? Hablo de Jorge Ginzburg, que condujo “Mañanas Informales” en Canal 13 de Argentina. Podría contarles de qué se trataba dicho programa, aunque perfectamente usted puede mirar "Día Perfecto" y descubrir que es una pésima copia, por lo que: sáquele la chabacanería oriental, las improvisaciones, huevos conceptuales, malas propuestas y quédese con la escenografía colorida, y un constante ruidaje conformado por música para alegrar las mañanas, risotadas exageradas, gente que habla sin parar una encima de otra sin escucharse, y ahí tiene un combo de entre Mañanas Informales y Día Perfecto.
Citaré a mi tía Yeya explicándome el programa Día Perfecto, textualmente, en una charla telefónica que tuve el sábado: “¿Viste Día Perfecto para escribir en tu columna? Es un grupo de personas todas divinas, que se juntan de mañana alrededor de una mesa a hablar cosas tan, pero tan interesantes, que yo no sé... es un plato ese muchacho Figueredo que parecía tan serio en el informativo, por no decir con cara de culo… y ese que habla rápido, el de las murgas, el “Tato” o “Tetes”. También está "Juji", que es preciosa, lástima que ya no está más en Parque Jurásico porque parece que la hija de Rada era la dueña de todo... en fin Día Perfecto está mucho mejor que el programa de Omar y de Humberto. Dicen que Humberto ahora está con la Obaldía, sabés algo de eso vos que sos periodista. ¿Tu resequedad de axila bien?”. Dejando atrás a la Tía Yeya, Día Perfecto, es una copia de Mañanas Informales. Aunque al decir verdad, es también una copia del ya desaparecido “Bien Despiertos” ¿Alguien me puede explicar para qué levantaron Bien Despiertos, si en el “renovado” programa de Canal 12 hacen exactamente lo mismo que lo que hacían en Bien Despiertos? Hace un tiempo, este año, escribí en esta misma columna que la intención del Canal era “renovar” y “descontracturar la mañana”. Siendo que Bien Despierto era una manera de “descontracturar la mañana”, tras el ya desconctracturado “Hola Gente” que había nacido con la intención de “descontracturar” -adivinen-, la mañana. Entonces, levantaron Bien Despiertos que se componía de: el inicio pum para arriba, la lectura de los diarios del día (sólo los títulos principales), el título de la noticia más espectacular o impactante como una forma de "editorial" del programa, un móvil de color, una pregunta bien simple como ¿qué opinás de tu suegra?, una o dos entrevistas, la opinión de los conductores sobre cualquier cosa, chistes internos, la repetición del quilombo de Tinelli, el beso de la novela, el móvil desde la productora de Tinelli, la teta de una novela, la propaganda del Emporio de los Sandwiches, y la de Estela Jinchuk. En un cambio de rumbo inesperado, Día Perfecto ahora nos presenta (y lea con atención): TODO LO MISMO.
Asuntos internos
Día Perfecto es como un montón de cosas juntas en un mismo lugar sin -por momentos-, mucha utilidad. No, nadie habló de un basurero. Aunque a medida que pasa el tiempo (y esto dicho con mucho respeto a los conductores, productores y técnicos), los intereses del Canal que los cobija, apunta a que el programa vaya declinando de un intento de ser algo innovador, a ser algo más de lo mismo, primando los intereses de algún director de Canal 12, por encima del interés del público. ¿Eso ya no ocurrió antes en los programas matinales de Canal 12? No alcanza con la simpatía de los conductores, las opiniones sin filtro, y que Alejandro Figueredo (llamado internamente “El Figue”), salga alguna mañana de estas al patio del Canal para ver si llueve. En Día Perfecto, parece ser que el mayor esfuerzo de la producción es el de generar una cantidad de instancias que intentan ser graciosas, divertidas, amenas... y vuelvo a lo mismo: ¿Por qué no dejaron a los conductores de Bien Despiertos y cambiaban la escenografía? En definitiva, no les robamos nada a Argentina. Es mucho peor: simplemente admiramos lo peor que tienen (y esto no significa que Argentina no tenga en su bicentenario una riqueza cultural que atraviesa al Martín Fierro y llega hasta Borges, para citar algo). Entonces nos quedamos con lo más simple de las cosas: el culto de la ignorancia que se hace a partir de la liviandad de las opiniones sin fundamento alguno, algunos episodios de agresiones entre compañeros solapada en "chistes" inocentes, y lo peor de todo que es la subestimación de la ciudadanía que tan sólo puede opinar sobre temas frívolos.
Publicado en el Semanario Voces del 27 de mayo de 2010
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Matías Rótulo.