ESA CAJA BOBA QUE NOS TRATA COMO IDIOTAS Las consignas de “Día perfecto” (para que el público opine), son tan pensadas (irónicamente dicho) como el programa en sí. Un programa para que los conductores, además de cobrar su sueldo, se diviertan. La diversión incluye momentos fascinantes de despotismo, discriminación entre los conductores, así como subestimación al público. Chistes internos de doble sentido, tanto machistas como feministas. Gastadas que no perdonan ni lo social, ni lo sexual y mucho menos el pensamiento, la ideología, y demás. Chistes que por ser internos (es decir entre los conductores y con los técnicos que para nosotros, el público son totalmente desconocidos), nos hacen partícipes de esos momentos que tomados como broma, no dejan de ser la muestra de la televisión que tenemos: una televisión que se encarga del entretenimiento excluyentemente, aunque el entretenimiento no sea nada entretenido. Cuando hay que hablar de “homosexualidad” y demás, los conductores hombr
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