La Escuela 17, ubicada en Avenida Brasil y 26 de Marzo (Pocitos), sigue sin clases desde el martes. Un informe elevado ayer al Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) advierte que niños y maestros corren "riesgo" al concurrir al lugar. Los padres reclaman, mientras las autoridades reconocen "omisiones".
Por Matías Rótulo
Los padres, que denuncian haberse movilizado varias veces ante las autoridades por defectos en las instalaciones, y que ayer mostraron a LA REPUBLICA fotos que dan cuenta del desprendimiento de revoque, ratas muertas dentro del local y humedades que afectan buena parte del centro, emitieron un comunicado para explicar su parecer sobre el problema.
Un informe de un arquitecto de Primaria advirtió sobre "riesgos" en la estructura edilicia tanto para los niños como para los docentes y consideró "imprescindible y urgente que un técnico habilitado por UTE o un ingeniero especializado realicen proyecto para poder licitar la realización de instalaciones totalmente nuevas, y así evitar hechos irreparables".
Desde el CEIP, el presidente de Primaria, Oscar Gómez, dijo ayer a este matutino que "hubo una importante omisión desde el Consejo Directivo Central (Codicen) frente a la situación de la escuela, que tiene más de 100 años". Un asunto similar, del otro lado de Montevideo, sucedió hace un mes y medio cuando una escuela del Cerro, también de construcción centenaria, tuvo que cerrar sus puertas por problemas edilicios tras la denuncia de padres y maestros. Tanto este centro como el del Cerro se consideran "monumentos históricos".
En aquella oportunidad, Gómez también dijo que desde el Codicen había una "omisión" en la atención a los problemas edilicios del centro del Cerro, lo mismo que expresó ayer al ser contactado por LA REPUBLICA.
INFORME ADVIERTE
"Se han hecho varios reclamos, y desde las autoridades de Primaria no se han expedido ni sobre la fecha de reparación ni sobre el reinicio de clases" explicó uno de los padres consultados. En los últimos días concurrieron al centro peritos de bomberos, así como del propio CEIP, para revisar la situación que en un primer momento tuvo desprendimiento de revoques, tal como fue denunciado por los padres.
Gómez dijo que "es verdad" que no se conoce cuándo se realizarán las obras de mantenimiento y que "tampoco" saben cuándo "se retomarán los cursos".
En un informe expedido ayer ante el CEIP por el arquitecto Félix Elizalde Vigo, y al cual tuvo acceso LA REPUBLICA, se lee que "el pasaje de agua los días de lluvia ya fue solucionado. Una empresa contratada por Codicen realizó la sustitución de las tejas faltantes en sobretecho, de manera de evitar pasaje de agua".
El documento explica que "debido a la humedad concentrada en varios sectores del techo bovedilla en planta alta, se ha producido desprendimiento de cielorraso, ocasionando un riesgo para la integridad física de niños y docentes". Además se advierte sobre problemas en "la instalación eléctrica" lo cual dice el arquitecto "es un problema común en varios locales escolares, donde la instalación ya ha colapsado por su vetustez, lo que significa un riesgo muy grave para todos los usuarios del local".
Reclamos de los padres
En un comunicado de prensa emitido ayer por los padres de niños de la Escuela 17 se informa que el local tiene 100 años "y es notorio que por mucho tiempo no ha tenido el mantenimiento que exige un edificio de estas características, máxime teniendo cuenta que (...) atiende a más de 400 niños de entre 4 y 12 años de edad, en una jornada extendida, que incluye el almuerzo en el comedor escolar".
"Venimos realizando, año tras año, incesantes y sistemáticas gestiones, reportes, notificaciones y entrevistas con autoridades y técnicos del Codicen y del CEIP, informando de la situación del edificio, de la falta de atención en cuanto al mantenimiento y en particular del riesgo al que se somete día a día a sus ocupantes (niños y personal) e intentando buscar soluciones en la medida de nuestras posibilidades", agrega el comunicado.
Vecinos irresponsables
El mes pasado, el presidente de Primaria Oscar Gómez había mencionado en una entrevista a LA REPUBLICA que en dicho centro se habían registrado daños debido a que "los vecinos de los edificios contiguos tiraban objetos hacía el techo de la escuela". Según testigos, algunos vecinos a la escuela tiraban botellas de cerveza vacía hacía el techo, lo que provocó varios daños. Los padres expresaron ayer que "si bien los daños provocados por algún vecino del edificio lindero de la escuela agravaron últimamente la situación del edificio escolar, queda claro que no son ellos los enteros responsables". En tal sentido expresan mediante el comunicado que "una vez que los padres contactaron a los representantes de dicha propiedad horizontal, inmediatamente estos asumieron la responsabilidad por los actos y las reparaciones correspondientes, incluso ante las autoridades del CEIP". Los padres explican que "si bien existe un proyecto de reforma integral del edificio en poder del Codicen, las autoridades no solo no han definido fecha de comienzo de las obras, sino que, ante la situación que se padece a diario, se ha llegado a argumentar que no se intervendrá pues ante la posibilidad de la reforma, no sería procedente". Los padres reclaman que desde el pasado 26 de octubre "las clases fueron suspendidas" y que "no ha habido comunicación oficial clara sobre los hechos, ni de las acciones de salvaguarda y reparación que se han tomado, ni del plazo de suspensión de clases".
Publicado el 27 de octubre de 2010 en La República.
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Matías Rótulo.