¿Cómo se ve desde el Uruguay político el futuro de
Venezuela y el proyecto chavista? ¿El el proyecto político tiene sustento? Los
entrevistados lo llaman “caudillo”
aunque no todos ven un futuro claro sin él. Los ex Presidentes Jorge Batlle, y Julio
María Sanguinetti, el senador nacionalista Sergio Abreu, el Presidente del
Partido Independiente Pablo Mieres y el Ministro de Desarrollo Social Daniel
Olesker opinaron sobre el futuro de Venezuela tras la muerte del Presidente Hugo
Chávez.
Por Matías Rótulo (publicado el /7/3/13 en Semanario Voces)
El
anuncio de la muerte del Presidente bolivariano Hugo Chávez el martes por la
tarde despertó reacciones inmediatas en todos los ámbitos. Muy pocos
detractores dejaron de transmitir palabras por el aspecto humano ante la desaparición física de un hombre. Ese
hombre que cautivó a las masas, generó polémicas internacionales, hizo enojar
al rey de España, fue el referente del cambio ideológico de la región y heredó
algo que en Uruguay nadie cuestiona por entender desde nuestra historia a qué
se refieren los que así lo llaman: el caudillismo.
Llamado
“caudillo” por todos nuestros entrevistados, Hugo Chávez está hoy entre el mito
y la realidad de un país que según el “bando ideológico” se ve de distintas
maneras desde nuestro país.
Los
afines al chavismo (ideológicamente hablando) se muestran convencidos de una
continuidad histórica del proceso político de la izquierda venezolana. Los opositores ven con incertidumbre el futuro de
Venezuela y del proyecto de Hugo Chávez. En Uruguay, basta con ver los
titulares de tapa del diario La República
de ayer reivindicando la
revolución chavista, alineado con otros titulares de diarios que se
autodenominan de “izquierda” en la región, y por otro lado, el de El País informando que la muerte de
Chávez dejó “incertidumbre” y a los militares en la calle. La misma
incertidumbre surge desde la opinión de dos ex Presidentes de la República que
en no dejaron de destacar a Chávez como un líder carismático, auténtico, a
nivel de un “mito” con herederos ideológicos pero no en el poder. Julio María
Sanguinetti, ex Presidente de Uruguay entre 1985 a 1990 y de 1995 a 1999,
explicó que “ante todo, cabe una actitud
de respeto frente a un luchador que en el acierto y en el error vivía sus ideas
y pasiones políticas y las llevaba adelante con entusiasmo”.
Destacó
el ex mandatario, que Chávez fue un hombre “con blancos y negros, que generaba
grandes pasiones en la gente y eso logró que se haga imposible ser indiferente
ante él”. A su vez “generó grandes adhesiones y oposiciones, en el primer caso
entre los que creyeron en su proyecto y en el segundo caso en los que vieron en
él una enemigo de la libertad de pensamiento”. Sanguinetti reconoció que Hugo
Chávez “jugó un rol fundamental en América Latina, aunque pienso que no fue muy beneficioso porque enredo las
instituciones y el pensamiento”. El líder colorado se pregunta “¿Qué viene
ahora?” y su respuesta es que lo que viene “es un misterio, ya que Chávez
comienza a tener un diálogo entre la historia y el mito a partir de ahora”.
Algo
parecido a las últimas palabras citadas de Sanguinetti fue lo que expresó el
PIT CNT en una declaración emitida ayer donde se decía que con la muerte de
Chávez nació la idea. Con esto no concuerda Jorge Batlle (ex Presidente de la
República entre el año 2000 al 2005). El también colorado dijo que políticamente
“no hay chavismo sin Chávez”. Analizó el nacimiento político de Chávez
ubicándolo en un momento histórico favorable: “surgió por ser un líder
carismático, es cierto, pero era un caudillo que apareció mientras el precio
del petróleo que producía Venezuela valía cien dólares el barril con millones
de barriles producidos al mes”. A partir de ahí “pasaron once años de su
gobierno amparados en un esquema de marketing político, levantando grandes
ideas de Justicia casi imposibles de aplicar”. Hoy –según Batlle-, Venezuela
tiene una devaluación del 50%, falta de alimentos en los supermercados, y un
sistema productivo deficitario. Aseguró que el Presidente que se elegirá en los
próximos meses en el país Caribeño “sea o no chavista, se encontrará con una
nación en una situación muy crítica para gobernar”.
Señales políticas
Las
elecciones futuras de Venezuela serán después de la semana de duelo, el tema
más importante a discutir en aquel país. El sociólogo Pablo Mieres, Presidente
del Partido Independiente explicó que para el futuro de Venezuela visualiza dos
grandes incógnitas: “una tiene que ver con la unidad del bloque gobernante en
Venezuela, ya que Chávez envió antes de morir una señal muy fuerte sobre quién
será su sucesor y ahí señaló a Nicolás Maduro como tal”. Por otro lado “existe
otro bloque de poder que es representado por Cabello que tiene una llegada muy
importante en las Fuerzas Armadas venezolanas”. En el corto plazo, Mieres avizora que con una
elección por delante (que será convocada en treinta días) se verá allí “el
impacto de la muerte del caudillo, ya que podrá generar una suerte de unidad”
aunque “se abre una nueva incógnita porque Chávez está convertido en una
especie de mártir popular, como una suerte de caudillo de la unidad, pero hay
que decir que Nicolás Maduro no es Chávez y al contrario de Chávez, es un líder
muy débil, le falta carisma y lo ha demostrado en los últimos meses”. Destacó
que además, en la contienda electoral “estará del otro lado un líder muy fuerte
como Capriles”. Mieres considera que el proyecto ideológico podrá seguir
adelante siempre y cuando se logre la unidad interna, pero destacó que la
economía venezolana es muy frágil, “siendo un país que tiene grandes recursos
económicos, pero la ausencia en los últimos meses de Chávez ha demostrado las
debilidades del sistema”. Por otro lado, destacó que tampoco será lo mismo a
nivel internacional, ya que “Chávez tenía la aceptación de los gobernantes de
la región, porque la que atraía el apoyo era la figura del mandatario”.
Continuidad
Quien
discrepa con Mieres y dice estar triste por la muerte de Chávez es Daniel
Olesker. El ministro socialista a cargo de la cartera de Desarrollo Social consideró
que el chavismo tiene continuidad con Nicolás Maduro al frente. Para el
economista hay tres factores para que se mantenga el proyecto “el liderazgo y
carisma de Nicolás Maduro, la visión estratégica del candidato que mantendrá
una continuidad con respecto a la obra de Chávez, y la manifestación pública
por parte de las Fuerzas Armadas de seguir trabajando en el proyecto social”. Olesker
recordó que en el caso de Uruguay “hubo un trato muy directo que se expresa en
el agradecimiento que tenemos por la tarea realizada para recuperar empresas en
dificultades”. El Secretario de Estado expresó que el proyecto chavista “se
construye con la gente como todo proceso de cambio cultural, económico y
social”. Recalcó el trabajo realizado en la educación popular venezolana, y
donde “se han creado organizaciones sociales que serán las encargadas de dar
sustento al proyecto socialista en Venezuela” y eso “creo que se refleja en los
siete millones de votos de diferencia que tuvo a favor Chávez en las elecciones
donde sin dudas los trabajadores y la clase baja tuvo mucho que ver”.
Una mirada humana
El
senador Sergio Abreu (Partido Nacional) no está triste como Olesker por la
muerte de Chávez pero dijo que ante el fallecimiento de una persona que además
es un jefe de Estado “debe ser visto con solidaridad ya que es el representante
del pueblo”. Consideró que la muerte de Chávez, primero “hay que verlo desde el punto de vista
humano”. Agregó que las repercusiones inmediatas son las que sucederán en
Venezuela ante el fallecimiento de una personalidad tan protagónica para el
Estado y la política”. Dijo que “cuando las personalidades son muy fuertes
asumen los roles que cuando su ausencia se nota no se sabe si se puede seguir
adelante”. Abreu explicó que prefería no opinar sobre la situación interna de
Venezuela “pero reconozco que tuvo un liderazgo importante en América Latina y que ese liderazgo tanto en Venezuela
como en el continente va a tener un cambio para un lado que ahora es un signo
de interrogación”. Este cambio “surgirá de cómo se divide el poder en
Venezuela, un poder que estaba concentrado en el Presidente Chávez” y concluyó:
“El líder que venga debe tener el poder de seducción y la capacidad de
convencer como tenía Chávez”.
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Matías Rótulo.