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El Infierno está encantador esta noche

Dante escribió La Commedia y todos quedamos atrapados, pensando que existe un infierno. La dividió en círculos, como edificaciones de armenios que venden herméticos pisos para  una vida del primer mundo, pero en Montevideo. Por Matías Rótulo  E n el medio del camino de nuestras vidas nos damos cuenta que nuestra ciudad es sucia porque una rata se nos cruza desde un contenedor, que tenemos una gran rabia contenida porque un perro nos mueve la cola y lo queremos patear, y que somos codiciosos, algo que descubrimos ni bien un gato negro se nos cruza cuando vamos rumbo al trabajo. Cuando vemos al gato, de inmediato pensamos en la mala suerte, porque la suerte es la única que nos puede salvar de seguir laburando. Entonces vamos atravesando puertas: la peor es la de la Intendencia de Montevideo que debería decir en letras de mármol: “Por mí se va…” ¿A dónde se va? Se va a un mundo incierto, desconocido, complicado, burocrático, infernal. Ojo, me refiero ya a la Divina Comedia

Tres finales para Brian

Por Matías Rótulo Desnudo, caminando por el cordón de la vereda, tenía que saltar al vacío y gritar tres veces “te amo, te amo, te amo”. Todo era un plan estratégicamente armado por mí, para que me demostrara su amor. Brian y yo nos habíamos peleado esa tarde y aquella era la prueba. Brian sonreía inseguro, y yo me moría de la ternura por su inocencia. Recordé una canción que cantábamos juntos con la guitarra. Y las risas. Las primaveras siempre fueron alegres en este barrio. Los olores a chocolate. Y Brian cantando conmigo… pero no cantábamos mucho porque en el medio del estribillo me daba un beso.  Estuve una vez a punto de llorar cuando me miró a los ojos y me confesó lo que siempre supe. Éramos amigos y ahora sé que la amistad entre el hombre y la mujer no existe. Cantemos esa canción. Brian vino un domingo de tarde, era un domingo frío y me acarició la mejilla, y me hizo cosquillas, nos quedamos mirándonos. Una mañana le pedí que nunca me dejara. Que nunca me d

La Madre y el Día del Trabajador

Tuve en mis manos hace poco un libro de Máximo Gorki. Después vi la película famosa sobre el libro. Se trata de una película del año 1926 de Vsevolod Pudovkin llamada La Madre. Por Маттиас Rotulovic. Rusia, 1° de mayo de 1992, a pocos meses de haber caído la URSS La película resume parte del libro. El libro cuenta parte del camino revolucionario desde 1905 hasta 1917 cuando se levanta la bandera comunista en Moscú. El filme evita algunos detalles del texto literario dado el corto tiempo con el que se dispone de cinta, la falta de recursos económicos y fílmicos (en Francia, los hermanos   Lumière   lograron un resultado mejor pero tenían más dinero e ideas). Ante  la imposibilidad de escuchar a los personajes, tal como se los escucha en la lectura del libro o en el teatro (la película, claro está, es muda), las situaciones, trama y argumento son lineales desde la óptica de los hechos. Se aplica así el principio aristotélico de la Mímesis (la imitación de acciones), en este c