Quien me conoce sabe que no soy de expresarme cuando muere alguien ni me dirijo a quien no está por estas redes sociales de personas vivas, pero en muchos casos con el alma muerta de tanta pantalla y teclado. A esas personas me dirijo, a los que leen, para que sepan que hoy murió el periodista Jorge Figueroa. Un hombre de gran presencia, serio pero con una sonrisa amable. Correcto y claro al hablar, equilibrado y crítico a la vez, era el Secretario de Finanzas de la Asociación de la Prensa Uruguaya y una de esas plumas precisas de la Agencia EFE, que tantas veces hemos leído los periodistas sin reparar en el autor tantas veces invisible detrás de la noticia. Si a alguien se le ocurriera hacer una historia de la APU, mencionao en la primera línea de trabajo tendría que estar Jorge Figueroa. Fue con quien tal vez más discrepé desde que estoy en APU, pero fue con quien siempre más acordé que las cosas cuando estaban mal hab ía que mejorarlas. Si, en estos momentos uno