Escribo esta columna porque es cool opinar bien sobre la “Historia de la Música Popular Uruguaya”. ¿No tenían un nombre más corto y pegadizo para ponerle al programa?
Además, los de la productora del programa mandan hermosos comunicados de prensa por cada buen comentario que reciben. Hasta citan al medio, algo que por ejemplo, no aprendieron a hacer los periodistas de Radio Carve cuando leen las noticias de los diarios y las da como propias en las mañanas. Se ve que ahí no fueron a la LICCOM.
Luego de llegarme una cantidad asombrosa de mails de la LICCOM así como de la productora dándole para adelante al programa, noté que varios medios alcahuetes, (no tanto como Voces que ahora le sacamos “Del Frente” porque sabemos que el gobierno va a ser del Partido Nacional), escribieron sus artículos con el fin de –seguramente-, poder ser parte de la cadena de mails de un lado o de otro. Yo pensé en aprovechar la oportunidad para que alguien me nombre en un mail, y por eso escribo esta columna ya que Luis A.Carballo en su programa de radio no me nombra directamente, pero me dice “boludo que no tiene nada para hacer y se sienta a criticar” lo cual es un halago viniendo del vivo que logró que uno prefiera verlo a Cacho, antes de ver Canal 4. Volviendo a lo del programa que emite Canal 5, antes de hablar bien, y fiel a mi estilo, algo mal tengo que decir aunque no sea verdad. La Historia de la Música Popular Uruguaya es una porquería. Una basura. Una verdadera lástima televisiva. No tienen un notero estrella, ni carcajadas exageradas como el 95% de nuestra televisión. Carece de culos, tetas, vaginas debajo de telitas rosadas, blancas o amarillas. A cambio hablan de las bombitas amarilla de un tal Jaime ¿Será que es un homosexual travestido y se puso tetas y a veces anda de sostén amarillo? Si será lamentable que muestran a una cantidad de dopados en un patio cantando “A redoblar, a redoblar…” sin swing, sin movimiento, sin la caminata lunar de Michael, o las polleritas cortas de las bailarinas de Telemental moviendo el traste, aunque no lo suficiente para pegarle en la cabeza a los conductores y así despertarlos de su siesta telemental.
Contra el mundo
La Historia de la bla bla bla es un ciclo que se basa en algo tan simple, que de simple uno piensa, que todos estos genios de la televisión, no supieron verlos. Me refiero a gerentes, programadores, conductores que defienden a gerentes y programadores, informativistas que se sienten dueños de canales de televisión y hablan como tales, que dicen pensar en lo que el televidente quiere ver, pero ¿nunca pensaron en una idea así y que a alguno de nosotros nos podría interesar ver? Por simple es buena. Aunque simple, tuvo una compleja producción que llevó, según leí por ahí, algunos años de producción y el esfuerzo para que alguien aceptara emitir este ciclo.
Eso es estar contra el mundo. Es darle pelea a un medio que su fundamento es el de ser visto, pero a su vez es ciego. Claro que no es un material muy comercial que digamos, ¿A quien le importa hoy ver cómo se peleaba desde la música por los ideales? Hoy el ideal de la música es el de vender algún disco más, o que la banda, murga o hasta Los Olimareños, tengan un grupo en Facebook. Claro, la Historia… es además de un programa, un material testimonial y documental digno de una tesis de la LICCOM, aunque con más calidad. Un material educativo (para los que dicen que la televisión no es educación sino entretenimiento), entretenimiento (para los que dicen que la televisión es sólo entretenimiento y que “no jodan con la cultura”) y cultura (para los que dicen que la cultura está en los museos). Es un material de archivo imprescindible. Los testimonios allí recogidos forman parte de una colección que en el bruto, es decir en lo que quedó afuera del propio ciclo, deberían ser conservados como un documento útil para las próximas generaciones. El programa de nombre largo, es un acercamiento a lo verdaderamente nuestro. Y no hizo falta una propaganda de embutidos o de mate que nos muestre una murga, el centro y una vaca con una bandera uruguaya al final en el Cerro para hacernos comprender que hay un sentimiento que hace la idiosincrasia uruguaya. Es un material inigualable en cuanto a las posibilidades que brinda una excelente edición y recolección de documentos útil para los profesores de música, literatura, historia, arte, y demás.
Mientras tanto, los canales privados que piensan que queremos ver una cantidad de superficialidades, nos las ofrecen. Nos ofrecen frivolidades o el conocer en exclusiva el orgasmo de ayer de Moria Casan.
Historia de la Música Popular Uruguaya, es un ejemplo de que se puede conocer más de nuestra cultura, que es a su vez, el conocernos más a nosotros mismos y todo desde ese aparato que a veces muestra a un montón de nabos festejando a los zapallos: la televisión.