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Trabajo infantil: niños uruguayos en riesgo en el campo y la ciudad

Por Matías Rótulo (Publicado el 11 de junio de 2012 en La República)


En el campo y la ciudad, en las rutas y en las calles, el trabajo infantil nos rodea, y muchas veces lo tenemos asumido como cotidiano. Nuestro país intenta erradicar el trabajo infantil combatiendo las peores formas, tal como lo establece la Organización Internacional de Trabajo (OIT).
Niños UruguayosLa frase “el trabajo es salud” aplicada a los niños en las actuales condiciones socioeconómicas, es en realidad privarlos de otros derechos y ponerlos en riesgo. Dejan la escuela, están por las calles y son víctimas de abuso sexual, violencia, explotación, y hasta de esclavitud. En Uruguay, el Estado trabaja contra el trabajo infantil (valga la redundancia) conjuntamente con las naciones que integran el Mercosur para erradicar, entre otros, la explotación sexual. Aquí, el Comité de Erradicación del Trabajo Infantil (CETI) elabora estrategias de trabajo para que el 8% de los niños uruguayos, quienes realizan trabajos peligrosos según datos del año 2011, deje de realizarlos. ¿Cuántas veces al día vemos a un niño o niña trabajando? En el ómnibus, en el campo, en los carritos tirados por caballos o por ellos mismos, o en las rutas (o calles de las ciudades) siendo explotados sexualmente. Un 8% de nuestros niños, niñas y adolescentes realiza tareas impropias a sus edades, es vulnerado en sus derechos, corre riesgos. Como en el resto del mundo, aquí hay niños, niñas y adolescentes que practican las peores formas de trabajo infantil.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), de acuerdo a una encuesta del año 2011, en Uruguay el 11,6% de los niños realiza actividades económicas (remuneradas) siendo el área rural (21,1%), la que mayor requiere la mano de obra infantil frente a un 10% en la zona urbana. Además “las actividades remuneradas se realizan mayoritariamente en el día en un 92% de los casos, aunque también prevalece un 27% de niños que trabaja en la noche. El estudio presentado el año pasado sobre el trabajo infantil reveló que los trabajos más comunes son los de niñeras o vendedoras de comestibles para las niñas y la construcción y establecimientos ganaderos para los varones; son los trabajos más declarados por parte de los encuestados. Además, los varones son quienes realizan la mayor cantidad de trabajo con un 15%; hay un 11,4% de las niñas en los sectores netamente productivos (no domésticos).
Dentro de la amplia gama de trabajos que realizan nuestros niños, están los considerados peligrosos, o los que la OIT considera “las peores formas” del trabajo infantil. Ese tipo de trabajo es realizado por el 8,5% de los niños y adolescentes según el INE. Esto incluye las tareas de cargar peso, manejar máquinas, entre otros, y aquellos trabajos que son peligrosos por el solo hecho de realizarlos.
Explotación sexual comercial
Una de las peores formas de trabajo infantil es la explotación sexual. Según datos del Juzgado del Crimen Organizado, de 2009 a 2011 hubo 28 procesamientos por causas abiertas de distintos delitos de explotación sexual de niños, niñas y adolescentes en Uruguay. El INAU presentó otras veinte denuncias en los primeros cinco meses de este año. Tal como denunció el año pasado LA REPÚBLICA, en las rutas nacionales existe la explotación sexual de menores de 18 años. Los puertos, las zona de tránsito de camiones y demás, son lugares donde se ha detectado por parte de las autoridades locales y nacionales este tipo de delitos.
Según la ministra de Turismo Liliam Kechichian, “se está trabajando para evitar una práctica frecuente en otros países de la región”. Esta práctica es la del “turismo sexual” que involucra a menores de 18 años. Para ello “se está capacitando a operadores turísticos para prevenir este tipo de prácticas”.
Medidas
Uruguay, en base al artículo 19 de la Convención sobre los Derechos del Niño, se compromete a “tomar todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra todas las formas de violencia física o mental, lesiones o abuso, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluyendo abuso sexual, perpetrados por los progenitores, los tutores legales o cualesquiera otras personas encargadas de su cuidado”. El artículo 32 de dicha Convención reconoce específicamente el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y los trabajos peligrosos y los artículos 34 y 35 se refieren a la explotación sexual y a la trata, respectivamente.
El 2 de mayo se presentó en nuestro país el proyecto “El Mercosur unido contra el trabajo infantil”; el inspector general del Trabajo y presidente de CETI, Juan Andrés Roballo, dijo que es necesaria una “coordinación entre los países a efectos de llevar adelante acciones”, y que es importante “la sensibilización y la discusión” aunque “no alcanza con las tareas de fiscalización, sino que requiere un toma de conciencia de los actores sociales, gubernamentales y la sociedad en general”. El objetivo de la campaña “El Mercosur unido contra el Trabajo Infantil” es concientizar a la sociedad de la necesidad inmediata de prevenir y erradicar el trabajo infantil, con foco especial en tres de sus modalidades más peligrosas: el trabajo agrícola, el trabajo doméstico para terceros y la explotación sexual. Según Luis Putcher, presidente del Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes, “es necesario un trabajo conjunto en las fronteras líquidas y secas para erradicar la explotación sexual comercial de niños y niñas”. En particular, Putcher señaló la problemática “en las carreteras con los camioneros”, y recordó que “en los departamentos fronterizos hay un trabajo conjunto con la comunidad, las intendencias, el Poder Judicial el Mides y el INAU para prevenir y detectar este tipo de casos”.
Riesgos en la calle
En Uruguay, cumpliendo con los requisitos legales, teniendo las autorizaciones correspondientes del órgano de contralor (el INAU), y sin que se les quite tiempo para el disfrute, la educación, y demás, los niños pueden realizar tareas remuneradas.
Dicho de otra manera, y a modo informativo (aunque la novedad no es tal ya que lo vemos todos los días en las calles), en Uruguay hay niños que trabajan en condiciones ilegales, sin autorización, cuyos derechos no son protegidos, que no estudian (o estudian poco), y que corren riesgos. La venta callejera, el trabajo con máquinas, la recolección y clasificación de residuos, el trabajo rural, y la explotación sexual no son ajenas a la realidad de los niños uruguayos. Según Roballo, “el trabajo en los carritos es una cuestión cultural que debemos atender, con un proceso de trabajo integral y a largo plazo”. Tania Marín, integrante del departamento de Salud Laboral del PIT – CNT y miembro del CETI, explicó a LA REPÚBLICA que “uno de los puntos donde vimos la necesidad de trabajar es con los recicladores”. Se procura “ocuparnos de los niños que trabajan, que participan en el proceso de trabajo por una cantidad de circunstancias que van desde la falta de hogar y existe una necesidad de los padres por llevarlos con ellos, que si bien es para ellos una manera de protegerlos, en realidad los están exponiendo”. Dijo que “hay un proceso de trabajo familiar, parecido a lo que sucede con el trabajo rural”. En el caso del trabajo rural “hay patrones culturales”. En algunos casos “al igual que en la ciudad y la recolección de residuos, la madre los lleva con ella en el tractor con el fin de cuidarlos, pero eso tiene también su riesgo”.
Instrucciones del año XII
Mañana es el día contra el trabajo infantil. Los niños le entregarán al presidente José Mujica “Pequeñas Instrucciones del año XII contra el Trabajo Infantil” que contienen una serie de preceptos que piden una mayor protección a los derechos de la infancia y más acciones contra el trabajo infantil. La actividad es organizada por la Fundación Telefónica, que realiza un plan de responsabilidad empresarial contra el trabajo infantil.
Un problema mundial
La OIT, presentó en 2010 un informe mundial sobre la situación del trabajo infantil. En dicho informe se expresa que de 222 millones de niños que trabajaban, en el período 2004 a 2008 se descendió a 215 millones. Esto significa cerca del 3%. En el grupo de niños entre 5 y 15 años, en el mundo hubo un descenso del 10%. El trabajo infantil entre los jóvenes de 15 a 17 años aumentó en un 2% (de 52 millones a 62 millones en todo el mundo).
Educación y trabajo infantil
La OIT recomienda que los adolescentes no trabajen hasta terminar el ciclo educativo obligatorio o después de los quince años de edad. Según una encuesta del INE presentada el año pasado, el 16,5% de los varones que trabaja en Uruguay no tiene interés en la escuela o en estudiar. Esto coincide con que los niños y niñas ocupados presentan las mayores tasas de repetición y abandono del sistema educativo en nuestro país. El 91% de los niños y adolescentes concurre a la educación, lo que representa que unos 57,8 mil niños y adolescentes no estudiaban a 2011. Muchos de ellos a causa del trabajo infantil. El 42% de los niños y adolescentes que no estudia solo hace tareas domésticas y el 7,2 no hace ninguna actividad, mientras que el resto trabaja. En el servicio doméstico no remunerado dentro de su hogar, las tareas domésticas (ordenar el cuarto por ejemplo) las realizan un 84,6% de los niños en todo el país (unos 5.795 niños en total).
M.R.

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