Si Rasguña las Piedras de Charly García fue un grito de desesperación por la libertad del hombre (sacándole toda connotación política), Durazno Sangrando enfrenta los dilemas más esenciales del hombre ilustrado: su consciencia por la libertad y la libertad en sí misma. Por Matías Rótulo En centro del asunto (valga la redundancia) es el centro del dilema humano, y a la vez el centro del objeto. Ese objeto es un Durazno que sangra. En realidad, el durazno tiene un atributo “sangrando” y un verbo elidido que establece la relación con el Durazno. Ante la pregunta ¿Cómo está el Durazno? Se puede responder: “El Durazno está sangrando” recuperando el verbo copulativo. El Durazno está en un constante sangrado. Eso significa la muerte agónica, pero además el dolor perdurable. En la naturaleza el “sangrado” del durazno es el alimento de otras especies, la posibilidad de la consciencia lo hace dolorido, agónico, pues ser alimento de otros en vida, es una de las tensiones esenciales que
Un sitio de Matías Rótulo