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Distracciones numerales para narrar el nacimiento de una niña llamada Ana

Te plancho la túnica y luego te lavás los dientes –lo dijo protestando, la hoy abuela por entonces madre, diez años dos, antes que naciera Ana-. -         -  Sí, estoy pronta –murmuró sonriendo, escapándose bandida, la hermana más grande, veinte meses dos, antes que naciera Ana-. -       -   Aquella es la luna más lin… me besaste –sonrió la madre por entonces hija después del beso, miles de segundos millones, antes que naciera Ana-. -         -   Se enjuagan las manos –imperando en el apartamento, dieciocho escalones mil seiscientos noventa, antes que naciera Ana. -         -  Tengo que mover mis pies después de aquel compás. Un dos tres, un dos tres –pensó la madre por entonces hija y hermana, tres compases cuatro, antes que naciera Ana. -         -  Y baila, da un paso hacia adelante y abre los dos brazos. Justo adelante –pensó el hermano, treinta metros tres y madrugada y media cuatro, antes que naciera Ana-. -        -   Ya estoy lista abuela –aseguró a medio vestir, l

Que le vaya mal al verdulero nuevo

En la esquina de mi casa hay una nueva frutería y verdulería. Hoy, de paso por la panadería, escuché la conversación entre dos personas: "vino para complicarle la vida a X". Resulta que el señor X tiene una verdulería y frutería callejera justo al lado de la panadería ubicada en U..., en un barrio popular de Montevideo.  Por Matías Rótulo Desde que vivo en el barrio, el señor X tiene su negocio con relativo buen éxito. Pero el demonio se instaló en la esquina. El nuevo verdulero no quiere trabajar y ganarse el pan dignamente, sino destruir los logros del más viejo. Eso es al menos lo que interpreté de la charla entre las vecinas. A eso se sumó otro vecino que le auguró al nuevo verdulero un mal destino.  Cual economista de televisión, o político televisado que sabe de economía lo mismo que yo de partículas de plomo, hizo un rápido cálculo sobre lo que el verdulero, instalado en un local bastante grande y que de a poco se va llenando de productos. Razonó que iba a

José Pedro Varela: agachate y…

José Pedro Varela escribió un libro de poesía " Ecos Perdidos"  que tuvo el visto bueno de Víctor Hugo y  El uruguayo tuvo que viajar a Francia para mostrarle su obra   ¿Qué opinó Víctor Hugo? Por Matías Rótulo El reformador de la educación pública no se merece un título tan altanero, atrevido, desubicado, ordinario y falto de educación. Pero… (los puntos suspensivos del título y de la nota refieren a todo lo que no puedo decir para que no me echen del sistema educativo público del cual soy parte). Quiero recomendar un libro de José Pedro Varela: el poeta. Se llama Ecos Perdidos. Es parte de la obra poética del barbudo del cuadro de la escuela. Publicado en 1968, José Pedro Varela y su editor le dan autoridad al libro mostrando el interés que tuvo Víctor Hugo por la poesía del uruguayo. Para llegar a la bendición de Víctor Hugo, Varela tuvo que oficiar de adolescente de hoy, desesperado por darle un disco compacto grabado por él mismo a Charly García. Disco que desp

La selección uruguaya es un cuento

Los amantes del fútbol, tal vez sin saberlo, sienten la misma emoción que el lector de alguna novela donde el héroe debe atravesar por distintas circunstancias penosas hasta alcanzar su éxito. En muchos casos, los héroes no llegan a concretar su victoria y mueren o abandonan antes su lucha y es allí donde la tragedia se concreta como tal. Por Matías Rótulo No se amargue tanto con la Selección Uruguaya. Sienta la situación actual dede la selección casi afuera de un Mundial como si fuera una ficción donde el héroe está en una situación límite entre la vida y la muerte y a último momento logra zafarse. ¿Algunos no ven al fútbol como un arte? Piense en las veces que Batman, atado de pies y manos y a punto de ser asesinado por el Pingüino podía salirse de esa situación y terminar victorioso. En la ficción es posible, y en la vida también. Vladímir Propp, teórico de la literatura que vivió entre la Rusia zarista y la URSS (nació en 1895 y murió en 1970) analizó los elementos q

Plantación circular

Esta historia es de una planta que fue arrancada y arrancada  volvió a ser plantada en una nueva historia. Por Matías Rótulo  La raíz que arrancó del fondo de la tierra, desgarrando el corazón de la maceta, arrastró la vida de la planta.   La raíz que arrancó del fondo de la tierra, desgarrando el corazón de la maceta, arrastró la vida de la planta. Los dedos de ella tuvieron las marcas del asesinato por un buen rato. Porque del ojo más próximo al viento noroeste se le plantó una lágrima en la mejilla. Y la lágrima fue secada con el despojo del cuerpo verde al cual todavía le tiritaban las piernitas flacas, peludas, desparejas, amarillas. No tuve más que respirar profundo entre su duelo y el mío. Mientras ella lloraba, yo me hería de un silencio constante, suspirando un rezo por el dolor de los años, el olor de los daños, la consecuencia de los actos, la frutalidad de la bruta. La brutalidad de la fruta. Entonces entró en juego la ternura del abrazo, le pedí perdón y